Principios básicos de la conducción

A la hora de conducir un coche, hay una serie de acciones que los conductores deben tener tan interiorizadas que prácticamente se conviertan en acciones automáticas. Nos referimos a, por ejemplo, cambiar de marchas, o controlar el ángulo de giro del volante: detalles de la conducción que vamos a ver a continuación.

RESUMEN :

Conducción

Las marchas

Son fundamentales en prácticamente todos los vehículos con motor de combustión interna.  Si bien es cierto que existen los modelos automáticos, en los que las marchas no juegan un papel muy importante, la mayoría de los coches siguen siendo manuales.

Las marchas sirven para cambiar las posiciones motrices y así conseguir mayor potencia o más velocidad en función de las necesidades. Para mayor potencia, hay que elegir las marchas cortas, mientras que para mayor velocidad se escogen las más altas y con mayor desarrollo.

¿Cómo girar el volante?

El volante siempre se debe girar de forma suave y constante. Los giros bruscos pueden hacer que el coche pierda la estabilidad, y puede llegar a ser muy peligroso.

Además, las autoridades advierten que el volante se debe agarrar imitando a las manecillas de un reloj cuando estas marcan las 10:10h, una forma sencilla de recordar dónde se deben colocar las manos en el volante.

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Ángulo de giro del coche

El ángulo de giro hace referencia a la distancia que un coche necesita para hacer un cambio de sentido completo. Para poder imaginarlo mejor, sería algo parecido a dibujar sobre el asfalto una U que nos permitiera cambiar de sentido completamente.

De media, este ángulo suele estar en torno a los 6 metros, aunque hay vehículos que pueden necesitar 13 o más metros debido a sus grandes dimensiones.

Subviraje y sobreviraje

Por sobreviraje se entiende el derrape de las ruedas traseras, mientras que por subviraje sería lo mismo, pero con las ruedas delanteras.

Son dos situaciones peligrosas, ya que hacen que el conductor pierda por completo el control del vehículo, y se crean situaciones de riesgo que es importante evitar. Para ello, lo mejor es conducir a bajas velocidades, especialmente cuando se van a realizar giros o a tomar curvas.

Sentarse al volante de forma correcta

Mantener una buena postura al volante no solo es sinónimo de comodidad, sino también de seguridad. Solo sentándose de forma adecuada se pueden controlar bien los mandos del vehículo, de ahí la importancia que tiene esto.

La espalda siempre debe ir recta y el asiento tiene que situarse a una distancia suficiente como para llegar a los pedales, pero sin llegar a estar encima del volante. También es necesario guardar una distancia con este para una mayor comodidad en la conducción.

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Salir del coche

A la hora de salir de un coche, todo conductor debe asegurarse de llevar a cabo algunas comprobaciones que pueden evitar numerosos riesgos. Siempre hay que asegurarse de que las luces están apagadas y que todos los sistemas de entretenimiento, como la radio, también se desconectan.

Además, las llaves nunca deben quedar en el contacto del vehículo cuando el conductor abandona el habitáculo, algo a lo que también merece la pena prestar atención para evitar problemas.

Condiciones adversas

Las condiciones adversas pueden aparecer en la vía en cualquier momento, pero en épocas del año en las que la lluvia y la nieve están presentes hay que prestar más atención. En estas fechas se puede hacer más complicada la conducción, por lo que es entonces cuando es más crucial poner mucha atención a la vía.