Condiciones adversas durante la conducción

Hay ocasiones en las que la seguridad se ve comprometida durante la conducción sin que el conductor tenga nada que ver en ello. Esto es lo que sucede cuando aparecen condiciones adversas cuando conducimos. Estas condiciones pueden producirse por muchos factores. Evidentemente, lo que primero nos viene a la cabeza es la meteorología, pero no hay que perder de vista aquellas en las que intervienen las condiciones de la propia carretera o problemas derivados de algunos incidentes de tráfico.

En este post hablaremos de las condiciones adversas durante la conducción.

Resumen:

Conducción con condiciones meteorológicas adversas, como una lluvia fuerte

Condiciones adversas derivadas del clima

Como dijimos en la introducción, cuando se habla de adversidad en las condiciones del tráfico, lo primero en lo que se piensa es en el tiempo y el clima., es decir, las condiciones meteorológicas.

La climatología puede complicar muchísimo la conducción segura. Una vía en la que la lluvia sea intensa, haya presencia de hielo o nieve, se produzcan bancos de niebla o, simplemente, sople un viento tan fuerte que pueda desplazar al vehículo, es sin duda un espacio complicado para un coche o cualquier otro vehículo.

Teniendo esto en cuenta, siempre que aparezcan las condiciones citadas, hay que tomar medidas de precaución que ayuden a circular por la vía de la forma más segura. En algunos momentos puede que hagan falta medidas extraordinarias, como las cadenas para conducir con hielo y nieve. Sin embargo, en general suele bastar con extremar las medidas de seguridad, reduciendo la velocidad y mantener una mayor distancia de seguridad con el resto de usuarios de una vía.

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Condiciones derivadas de la carretera

Con todo, no siempre es el clima el que complica las cosas durante la conducción. Hay momentos en los que es la propia carretera la que puede llegar a poner las cosas complicadas a los conductores por diferentes motivos.

Por ejemplo, un asfalto o firme en mal estado puede ser algo realmente peligroso. La degradación de la calzada puede hacer que un vehículo pierda adherencia y estabilidad, dos elementos fundamentales a la hora de conseguir los mejores resultados en la conducción. Hay que tener en cuenta que un firme en mal estado aumenta los tiempos y las distancias para frenar ante un imprevisto, lo que lo convierte en algo complicado.

Además, también pueden aparecer tramos con excesivas curvas o que tengan pendientes tan pronunciadas que compliquen la marcha. Esto es muy común en puertos de montaña.

Lo mejor en ambos casos es reducir la velocidad en la medida de lo posible. Hay que tratar de conseguir que la marcha sea lo más segura posible, por lo que es necesario extremar las precauciones para que las condiciones adversas solo sean una molestia pasajera que no tenga consecuencias fatales.

Coche circulando en una carretera de bajada

¿Qué hago ante las circunstancias adversas?

En cualquier caso, siempre que las condiciones no sean óptimas para la conducción, el conductor debe extremar al máximo todas las medidas de seguridad que pueda tomar. ¿Cómo extremar la precaución? Se pueden realizar las siguientes acciones:

  • Reducir la velocidad
  • Circular con luces adecuadas
  • Alargar la distancia de seguridad con otros vehículos para poder reaccionar en caso de tener que parar por cualquier motivo.

En el caso de las condiciones derivadas de la meteorología, si la lluvia o la nieve se vuelven tan intensas que sean incompatibles con la conducción, lo mejor es detener completamente la marcha de forma segura. Para ello, se deben usar los arcenes y señalizar siempre la presencia del vehículo con las luces de emergencia.

Eso sí, lo que siempre hay que tener presente es la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades de tráfico.