Las marchas de un coche automático

Aunque la idea que muchos conductores tienen de un coche automático elimina por completo el concepto de subir o bajar de marcha, lo cierto es que estos vehículos sí que incorporan un sistema de marchas que el usuario debe conocer para saber usar.

Realmente, como veremos, no se trata de marchas en el sentido estricto de la palabra, ya que eso solo es propio de los coches manuales. Aun así, en los coches automáticos la intervención del piloto es tan importante como en los que presentan una caja de cambios manual.

Índice:

Luces de posición

Las marchas en un coche automático

Todos los conductores que se han puesto a los mandos de un vehículo con marchas manuales sabrán que éstas van desde la primera a la quinta o sexta y que cada marcha responde a un tipo de necesidad que el conductor debe conocer e interpretar para realizar los diferentes cambios.

En un modelo automático no sucede eso en absoluto. Si bien es cierto que estos coches incorporan una caja de cambios, ésta es mucho más sencilla en su manipulación que la de los modelos tradicionales y, más que marchas, lo que presenta al conductor son funciones específicas para la conducción.

Estas funciones pueden ser conducir o estar detenido, lo que es demasiado general en un coche manual convencional, ya que, por ejemplo, conducir es algo que se extiende desde la primera hasta la última de las marchas que estos modelos incorporan.

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Las funciones de un coche automático

Como hemos dicho, para coches automáticos podemos hablar de funciones más que de marchas, ya que no tienen realmente el mismo sentido como vamos a ver a continuación.

Las funciones o marchas de los vehículos automáticos vienen dadas por el conjunto de letras PRND que vamos a ver con detalle. 

La primera de todas, la P, se corresponde con la función parking que es la que hay que elegir siempre que se vaya a estacionar el vehículo y que es la que elimina la fuerza motriz que se transmite a las ruedas.

La siguiente, la que viene representada con la letra R, es la marcha atrás. Ésta es la que hay que seleccionar cuando queremos retroceder ya sea para estacionar el vehículo o para realizar cualquier tipo de movimiento con el automóvil.

La siguiente en este análisis será la N, letra que viene de la palabra neutral. El equivalente en un coche manual será el punto muerto, por lo que se usa en esos momentos en los que no se va a apagar el vehículo, pero en los que tampoco nos vamos a mover.

Para el último lugar hemos dejado la D, que es la más usada e importante. Ésta es la marcha de conducir y englobaría desde la primera hasta la quinta o sexta de un coche con cambio manual. La D, de la palabra inglesa drive, es la única que hay que mantener cuando se esté avanzando.

Palanca de caja de cambios secuencial

Detalles de las cajas automáticas

Al no existir marchas realmente, la conducción de un vehículo de este tipo es muy diferente a lo que se encuentra en un modelo manual. Para empezar, el conductor se va a encontrar con la falta del pedal del embrague, ya que este no es necesario al no tener que cambiar de marchas.

También es importante tener en cuenta que, una vez esté el coche en la posición D, solo habrá que acelerar y frenar y que será el propio sistema el que se encargue de regular las revoluciones del motor.