Historia del automóvil

El automóvil parte de una idea muy sencilla. Desde tiempos inmemoriales, la humanidad se ha servido de la fuerza de los animales para poder hacer más cómodos sus viajes. Esto ha sido especialmente claro en el uso de caballos.

Los primeros automóviles no eran más que una evolución de los coches de caballos. Ahora bien, la innovación era clave, ya que en estos vehículos se sustituye la presencia de los animales por un motor interno que hace que el propio vehículo pueda moverse por sí mismo.

De ahí que la historia de los automóviles no comience hasta que aparecen los motores de combustión interna tal y como vamos a ver.

Índice:

Diferentes tipos de coche

Los primeros automóviles

Para muchos expertos, el Benz Patent-Motorwagen de 1885 tiene que ser considerado como el primer automóvil de la historia. Con tres ruedas y una forma que recuerda como hemos dicho a los coches de caballo, la esposa de Karl Benz demostró que el invento funcionaba al realizar un viaje de 80 km en 1888, todo un hito que marcaría la historia de la humanidad en adelante.

Sin embargo, ya en el siglo XVIII habían habido algunos precedentes del coche. El motivo de que no los estemos contando como los primeros propiamente dichos es porque eran experimentos alimentados con motores de vapor, mientras que el vehículo definitivo que todos conocemos tiene en el petróleo su fuente fundamental.

Esto no sucedería hasta bien entrado el siglo XIX y, como hemos señalado fue Benz el que consiguió los mejores resultados al respecto con la patente del vehículo que antes citamos. Ya a principios del siglo XX, la fabricación de coches en países como Francia o EE. UU. era algo común, aunque estos modelos no estaban ni mucho menos al alcance de cualquiera.

Se trataba de un medio de transporte caro, de mantenimiento complejo y que no contaba con una infraestructura mínima en lo que a carreteras y lugares de repostaje se refiere.

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Los inicios de la industria

Poco tardó en cambiar la cosa. En 1908, Ford lanzó la línea de modelos T que eran creados en grandes cadenas y se producían en masa. Fue el comienzo de la época en la que todo el mundo pudo disponer de un vehículo privado, ya que los precios cayeron de forma increíble gracias a la modificación en la producción de Ford.

Ya en los años 20, precisamente en Alemania, nace la legendaria firma Mercedes-Benz de la fusión de varias compañías. Este gigante alemán se convirtió también en una referencia del sector por sus innovaciones y la capacidad de producción que demostró.

Desde esos años hasta la actualidad, la industria automotriz no ha hecho más que progresar. Eso sí, lo ha hecho basándose en los pilares que levantaron iconos como Henry Ford o Karl Benz, por lo que son ellos los responsables de que hoy los vehículos estén en casi cualquier parte del mundo y se pueda acceder a ellos sin demasiados esfuerzos.

Las mejoras técnicas no han dejado de sucederse. En muchos casos, éstas han llegado directamente desde el ámbito de la competición. Sí, las carreras de coches tienen una importancia mayúscula en el desarrollo de nuevas tecnologías con las que hacer que los vehículos fuesen más rápidos, eficientes y seguros para los conductores, ya que era en ellas donde se probaban y aún se prueban los nuevos diseños que van lanzando las marcas gracias a su trabajo.