Concepto de vía y tipos de vías
Tanto las autoridades de tráfico como los manuales para obtener las diferentes licencias de conducir se refieren con frecuencia a vías de todo tipo. Esto puede crear un poco de confusión a la hora de comprender el propio término.
Cualquier usuario puede darse cuenta de que una autovía no tiene nada que ver con la calle de una ciudad, o con un camino rural de tierra. Sin embargo, todos estos espacios son considerados vías, por lo que conviene aclarar el término en la medida de lo posible para sacar las conclusiones pertinentes.
Resumen del contenido:
El concepto de vía
Para tener claro a lo que hace referencia el concepto de vía, es imprescindible tener claro que la vía se define por el tipo de uso que se le da al espacio. De esta forma, una vía será siempre ese lugar destinado a que los peatones o los vehículos puedan moverse de un lado a otro.
Los espacios que se han citado en la introducción, y que son muy diferentes entre sí, comparten ese uso. Por tanto, se les puede definir a todos como vías sin duda. Del mismo modo, tanto una calle como una autovía, o incluso un camino sin asfaltar, son vías siempre y cuando se destinen al tránsito de personas o vehículos. A efectos de las autoridades de tráfico, todos estos caminos caen dentro de la definición de vía, sin que importe demasiado el resto de las características que presenten los mismos.
¿Qué tipos de vías hay?
El concepto de vía es muy general, pero eso no significa en absoluto que todas las vías reciban el mismo tratamiento. Las autoridades de tráfico y cualquier organización que tenga que trabajar con el concepto de vía distingue entre diferentes tipos para conseguir una mejor organización.
En términos generales, el primer tipo de vía que se reconoce es el de las vías urbanas. Estas son las que se encuentran dentro de poblado, y suelen tener limitaciones de velocidad importantes debido a que existe una gran presencia de peatones que comparten el espacio con los vehículos.
La travesía es una vía un poco especial, ya que se trata de tramos de vía interurbana que recorren el interior de los poblados. Sus condiciones se marcan con la señalización pertinente en cada momento, por lo que conviene prestar siempre la máxima atención para evitar cualquier tipo de problema.
A estas le siguen las vías interurbanas. Aquí es donde entran todas las autovías, autopistas o carreteras convencionales. Para que resulte más claro, son las vías que unen dos poblados diferentes y que discurren fuera de los límites de ambos. En cuanto a las limitaciones, suelen tener márgenes de velocidad mayores debido a sus condiciones especiales.
El caso de la vía rural
Aunque hayamos hablado antes de tres tipos generales de vías, hay un cuarto que tiene unas condiciones muy concretas. Se trata de las vías rurales y forestales. En estos casos, hablamos de vías que incluso pueden estar sin asfaltar. Aun así, la DGT sigue teniendo normas específicas para ellas que no se deben dejar de lado.
Las vías rurales y forestales se encuentran en espacios cercanos a zonas agrarias, bosques o zonas naturales. Debido a esto, el asfalto desaparece en muchos casos y los límites de velocidad son de los más bajos que un conductor puede encontrar en cualquier lugar.