Descubre qué provoca y cómo tratar la amaxofobia al volante

A veces, nos fijamos mucho en los elementos de seguridad del vehículo y no tanto en lo que tiene que ver con nosotros mismos como conductores. Esto es un error, ya que es importante tener en cuenta que la situación en la que nos ponemos al volante puede ser decisiva para evitar situaciones de riesgo.

Aunque haya muchas condiciones que pueden provocar el riesgo de sufrir un accidente en la carretera, una de las peores situaciones es la de la amaxofobia. Se trata del miedo a conducir o a viajar en un vehículo, aunque aquí vamos a centrarnos en la primera de estas situaciones.

RESUMEN :

Por qué aparece la amaxofobia

Hay que tener claro que estamos ante un trastorno mental que puede generar numerosos problemas e incapacitar a muchas personas perfectamente válidas para tomar los mandos de un vehículo.

En muchos casos, el miedo a conducir comienza a gestarse mucho antes de que se salga a la carretera. Personas que han ido acumulando una valoración negativa de su habilidad para determinadas tareas o individuos que se han reconocido a sí mismos como malos conductores tienen todas las papeletas para sufrir este trastorno.

Tampoco hay que olvidar en este grupo a los que han vivido experiencias estresantes en un vehículo antes de ser ellos los conductores. Accidentes, situaciones peligrosas o averías graves vividas por niños o jóvenes pueden terminar haciendo que estos desarrollen miedo a conducir.

Pero tampoco los conductores experimentados están libres de este trastorno, aunque cuenten con años de experiencia. La seguridad se puede perder tras un golpe o una situación incómoda en la carretera, algo que muchos conductores no se esperan y que cada año afecta a un mayor número de personas.

Conductora con amaxofobia

Qué provoca la amaxofobia

La amaxofobia se define por una serie de síntomas físicos y mentales que son incompatibles con la conducción. Temblor en las manos y piernas, nerviosismo generalizado, sensación de angustia con incapacidad para concentrarse, entre otras, son las que pueden aparecer con una mayor frecuencia en las personas que padecen este tipo de trastorno.

Es fácil entender que todo este cuadro de sensaciones y de emociones son muy peligrosas cuando se está conduciendo. Es más, hay casos en los que los conductores con este problema pueden llegar a padecer un ataque de pánico perdiendo por completo el control del vehículo.

Sin embargo, esto es extraño. El motivo es que una persona con amaxofobia suele renunciar por completo a conducir, lo que limita bastante su vida acabando con muchas de las posibilidades de desplazamiento que tenía.

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Cómo se trata la amaxofobia

Por suerte, como otros muchos trastornos de índole psicológico, esta enfermedad puede curarse. Los mejores resultados se han obtenido a través de la terapia psicológica de tipo cognitivo conductual.

Las personas que se someten a este tipo de tratamientos consiguen poco a poco desarrollar las habilidades necesarias para convertir el vehículo en un ambiente relajante y alejado de todo estrés, lo que llevará paso a paso a dejar de lado el miedo al volante que se ha desarrollado anteriormente.