Ningún conductor debería ponerse al volante sin antes saber si cuenta con una vista en perfectas condiciones. Esto puede parecer una obviedad, pero, según datos de la propia DGT, en torno al 25% de los conductores salen a la carretera con problemas de visión no tratados.

Ese porcentaje significa que hay en torno a 6 millones de personas conduciendo sin estar en las mejores condiciones posibles. No hace falta indicar que esto es un riesgo tanto para ellos mismos como para el resto de usuarios de una vía, por lo que vamos a ver lo que esconde tras los problemas de visión al volante.

Hoy hablamos sobre la vista durante la conducción.

Resumen:

Conductor con gafas para mejorar la visión

La visión durante la conducción

Ver bien es de las cosas más importantes que hay a la hora de ponerse a los mandos de un vehículo. Incluso los conductores sin problemas oculares lo saben, y es que hay situaciones, como la lluvia intensa o la niebla, en la que la conducción se vuelve tremendamente complicada y peligrosa.

Puesta esta situación que crean agentes externos, como el clima, es la que viven a diario los conductores que sufren problemas de visión. Hablamos de afecciones leves como la miopía o la hipermetropía y de otros más graves como el glaucoma o las cataratas.

En cualquiera de los casos, debes tener en cuenta que la vista es fundamental. Problemas como perder la visión lateral, no ver bien de lejos las señales de tráfico o perder capacidad para apreciar los detalles de elementos como el cuadro de mandos pueden ser situaciones que terminen desembocando en un accidente.

El conductor debe darse cuenta de ello, ya que la carretera está siempre hecha y señalizada de forma que una persona sana pueda ver todos sus elementos sin ningún tipo de esfuerzo, por lo que cualquier dificultad será sinónimo de tener que hacer una visita al oculista.

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Consecuencias de los problemas de vista

Es evidente, por lo tanto, que no contar con una salud ocular adecuada se puede convertir sin la menor duda en una fuente de problemas para el conductor. Es por ello que las autoridades de tráfico han regulado de forma precisa las condiciones en las que debe estar la vista de los conductores, imponiendo condiciones especiales para aquellos que tienen la conducción como profesión.

En todo caso, los conductores con problemas de visión deberán siempre disponer de gafas o lentes de contacto que alivien su problema. En estos casos, es fundamental contar con pares de repuesto en el vehículo que eviten problemas como una posible pérdida o rotura.

Hay que mencionar que existe la cirugía para corregir los problemas de visión. Son muchos los conductores que piensan que a los pocos días pueden volver a conducir por ser su visión perfecta. Sin embargo, esto no es así en ningún caso, ya que el carnet será suspendido durante un mes después de haber pasado por el quirófano.

Después de este tiempo y con una revisión del especialista que se haya encargado de la operación, el conductor recuperará de nuevo la vigencia de su carnet, aunque la revisión habrá que repetirla de nuevo en un año.