El problema de la contaminación de los coches

La contaminación que supone el uso de vehículos ha estado en boca de todos los políticos desde hace tiempo. Las emisiones de dióxido de carbono que los coches liberan a la atmósfera y al aire que respiramos son verdaderamente alarmantes; eso sin contar el resto de gases que emiten y que son perjudiciales para la salud.

¿Quieres entender mejor el problema de la contaminación de los coches y de las emisiones? Entonces quédate con nosotros.

Índice:

Ciudad contaminada

¿Por qué contamina un coche?

La contaminación del coche viene dada fundamentalmente por dos vertientes:

  • La primera es la emisión de CO2, que no es negativo para la salud de una forma directa, pero contribuye al efecto invernadero.
  • La segunda es una serie de gases como el CO, el NO, hidrocarburos sin quemar, compuestos de plomo y las partículas sólidas PM2.5 y PM10 que empeoran la calidad del aire que respiramos en las ciudades.

Un coche contamina mucho a lo largo de su vida útil. Poniendo como ejemplo un coche (relativamente antiguo) que emite 100 g/km de dióxido de carbono y que va a circular durante 250.000 km, nos encontramos ante un coche que emitirá 25 toneladas de este gas a la atmósfera.

En los últimos años, en los países desarrollados se ofrecen muchos modelos híbridos/eléctricos, pero estos países exportan automóviles muy contaminantes a países menos desarrollados, por lo que el problema de las emisiones que afectan a la capa de ozono sigue estando ahí. Es decir, el lugar donde se produzcan las emisiones no importa para la capa de ozono, por lo tanto, exportar este tipo de automóviles no es bueno ni para la nación que la exporta ni para la que la importa.

Sin embargo, centrándonos en el tema de la salud, sí que importa el lugar donde se emitan el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y las micropartículas, porque sí que empeoran la calidad del aire solo a nivel local, por lo que exportando coches que emiten sustancias nocivas a otro país, estamos empeorando su aire.

A partir de aquí tenemos 2 opciones fundamentalmente:

  • No cambiar nada y dejar que los coches y demás vehículos de alto impacto medioambiental sigan circulando por nuestras ciudades, empeorando la calidad del aire y destruyendo la capa de ozono. Y a su vez, exportar los vehículos más contaminantes a países en desarrollo, empeorando su salud general.
  • Se puede incentivar a la sustitución de estos vehículos por otros modelos más ecofriendly, dando ayudas a los conductores.
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¿Qué automóviles contaminan más?

Hablando de contaminación, los vehículos más contaminantes a día de hoy son los de motor diésel anteriores a 2009, ya que no les afectó la norma EURO5 5, que era más restrictiva que sus predecesoras.

En otras palabras, vehículos diésel con más de 13 años de antigüedad.

Según datos de la propia DGT, hay un parque de más de 8 millones de automóviles de este tipo circulando por España y más de un millón de furgonetas diésel, pero siendo que no están realmente desactualizados, los propietarios no quieren cambiarlos. Aun así, debido a sus niveles de contaminación son automóviles que tienen muchas restricciones, sobre todo en las grandes ciudades, en las zonas de bajas emisiones.

Después vendrían el resto de vehículos que funcionan con combustibles fósiles: es decir, gasolina y diésel. En España se ha demonizado mucho al diésel, pero la verdad es que contamina incluso menos que la gasolina con la tecnología actual.

Y por último, aunque los híbridos y eléctricos son las opciones más sostenibles, liberan una gran cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera de manera indirecta. ¿Cómo? En la fabricación de sus baterías, y en el consumo de electricidad que suponen. Y no solo ese tipo de emisiones, también generan emisiones nocivas para la salud y partículas sólidas, pero a su favor hay que decir que las fábricas están alejadas de los núcleos urbanos.

Tubo de escape de un turismo

¿Cómo se miden las emisiones de cada vehículo y cuál es su límite?

Se miden mediante el protocolo WLRP, desde 2018.

Con los protocolos anteriores, las pruebas se realizaban en laboratorios, pero el WLRP sigue más el uso real de los vehículos.

Los límites de emisiones establecidos por la normativa de emisiones contaminantes, que entró en vigor en 2020 es de:

  • 120 g/km para coches de gasolina y 90 g/km para coches diésel de óxido de nitrógeno.
  • 95 g/km de dióxido de carbono.
  • Cero micropartículas sólidas.

En cualquier caso, esas cifras se ponderan con varias fórmulas dependiendo del peso del coche, por lo que es difícil dar cifras concretas.

Además, son cifras que se calculan haciendo la media de todos los automóviles producidos por los fabricantes, para que tengan tiempo de adaptarse.

Asimismo, los fabricantes cuyos modelos emitan menos de 50 g/km de dióxido de carbono (automóviles eléctricos y la gran parte de híbridos enchufables), recibirán beneficios adicionales.

Para 2025, el límite para el dióxido de carbono será de 81 g/km, y en 2030 de 59 g/km.

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El debate sobre contaminación: salud vs. economía

Hay un debate sobre el uso de los automóviles que provocan más contaminación donde se establecen dos posiciones: salud vs. economía.

Por la parte relativa a la salud, estos automóviles no deberían usarse ni en España ni en ningún país en vías de desarrollo. Para ello, en España se han establecido acciones como el plan Renove 2020 con el propósito de retirar vehículos de más de 10 años de antigüedad de la circulación. También se puede hablar del plan MOVES, que es parecido al anterior. Ambos prestan ayudas económicas para comprar turismos nuevos. Como vemos, por ahora los planes para retirar estos automóviles consisten en subvenciones.

Desgraciadamente, por otra parte está el tema económico. Los vehículos con más emisiones se pueden seguir vendiendo en el mercado de segunda mano. Hay países que compran muchos automóviles antiguos de otras naciones para venderlos en su país (tenemos el caso de Polonia comprando coches de Alemania). Es decir, que aquí nos encontramos con un problema de países desarrollados (Europa, Japón y Estados Unidos) vendiendo automóviles con alto índice de emisiones a países de América Latina, África, Europa del este, Oriente Medio y Asia; países en los que las leyes son más laxas en cuanto a la contaminación y las emisiones de los vehículos.

Lunetas de coche

¿Cuál es la solución?

Por una parte, tenemos los tratados para reducir la contaminación, siendo el más importante el Acuerdo de París. El Acuerdo de París fué un acuerdo sobre emisiones pactado por 195 países en 2015, donde se establecen medidas para reducir la emisión de gases que provocan el efecto invernadero y reducir el calentamiento global.

Ese hecho provocó que muchas marcas empezarán a diseñar modelos de motores eléctrico e híbrido, pero temas como la poca autonomía de las baterías, y los altos precios por este tipo de vehículos tienen algo inquietos a los conductores.

En muchos países de Europa se han creado los distintivos medioambientales, que establecen más o menos restricciones para los automóviles. Los más restringidos son los de la etiqueta B, que son los que usan gasolina/diésel como carburante.

Por su parte, los ayuntamientos de las grandes ciudades han creado las llamadas zonas de bajas emisiones, donde los vehículos con un alto índice de emisiones no tienen permitido entrar. En lugares como Madrid, Oviedo, Bilbao o Valladolid, el ayuntamiento ya ha impuesto serias restricciones al tráfico. En Barcelona, por ejemplo, hay diferentes horarios y normativas diferentes los fines de semana. En dichas zonas, es el distintivo ambiental del coche el que determina si puede pasar al centro de la ciudad o no.

Además, se ha establecido parking rebajado, o gratuito en algunos casos, para los modelos con menor índice de emisiones.

En general, a menor índice de contaminación, más beneficios.

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Conclusión

La solución vendría dada por todos las empresas fabricantes, los gobiernos, tanto los de los países exportadores como los de los países que importan los coches y en última instancia, de los conductores.

  • Por un lado, las empresas fabricantes de vehículos han estado diseñando modelos híbridos/eléctricos con mucha más rapidez desde el año 2020 (debido al Acuerdo de París); y por el bien del medioambiente, deben seguir así.
  • Por su parte, los países que suelen exportar estos automóviles deberían poner trabas para su exportación, y además alentar a la población general a pasarse a coches con motores que generen un menor impacto medioambiental.
  • Los países en vías de desarrollo deberían poner limitaciones al tema de la importación de vehículos con alto índice de emisiones.
  • Por su lado, los conductores deberían pensar en opciones más beneficiosas para la salud y el medio ambiente, aunque supongan inversiones mayores.

En cualquier caso, nadie tiene la solución definitiva a este problema.

En cuanto a los vehículos más contaminantes, siguen este orden:

  • Coche gasolina
  • Coche diésel
  • Coche híbrido
  • Coche eléctrico

Por lo tanto, es de suponer que las restricciones de la DGT y del Parlamento Europeo serán cada vez mayores para los modelos de mayor impacto medioambiental.

El sistema que funciona por distintivo ambiental seguirá en uso durante mucho más tiempo, y condiciona seriamente por dónde puede circular un coche y por dónde no.

Los vehículos con motores impulsados por gas natural, por etanol, etc. no los hemos mencionado porque son una proporción demasiado reducida como para tenerlo en cuenta. Su estudio no supondría demasiados cambios en cuanto a la contaminación.