La caja de cambios de un vehículo es algo que está compuesto por una gran variedad de piezas. Algunas de ellas están ocultas a la vista del usuario del coche, pero no otras. Entre éstas últimas destaca especialmente la palanca de cambios, ya que es el accesorio que se debe manipular para cambiar de marcha en los vehículos y que por lo tanto, está a plena vista.

Esta palanca es fundamental en los modelos con cambio manual. Eso sí, también hay modelos que cuentan con cambio automático y que tienen palanca, aunque en éstos no es obligado que esté presente.

Índice:

Palanca de caja de cambios manual

¿Cómo es la palanca de cambios?

Lo primero que se debe tener en cuenta cuando se habla de la palanca de cambios es que puede tener diseños muy diferentes, ya que esto es algo que se debe en gran medida a las decisiones estéticas de cada fabricante.

Con todo, sí que podemos entrever algunos rasgos fundamentales y compartidos en todos los vehículos que tienen que ver con la palanca de cambio. Normalmente, ésta está compuesta por una barra de metal, que es la que se une con la caja de cambios en sí misma y que permanece oculta a la vista del usuario.

Esta palanca de metal está recubierta por una tela o por un plástico que sirve como embellecedor y que termina en un pomo roscado a la barra. El pomo es la zona de todo el conjunto que está pensada para ser manipulada por el conductor, por lo que siempre va a contar con un material agradable al tacto y con un diseño ergonómico que permitirá que hará que la mano se adapte sin problemas a su superficie.

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El movimiento de la palanca de cambios

El objetivo principal de la palanca es moverse para introducir las diferentes marchas que sean necesarias en la conducción. De esta forma, es fundamental que los constructores creen palancas con recorridos cómodos para los usuarios.

Sin embargo, el diseño de los diferentes movimientos para introducir las marchas es algo que tampoco está unificado por parte de las firmas que construyen los vehículos. Al contrario, cada firma puede hacer que sus palancas se muevan de formas diferentes, por lo que hay patrones muy diferentes al respecto.

Por ejemplo, muchos modelos cuentan un movimiento simplemente lineal, mientras que otros incluyen la distribución de las marchas en una cuadrícula que hace que los recorridos sean más cortos.

En cuanto a la disposición de marchas especiales como la marcha atrás, esto es algo que también depende en gran medida de la firma que construya el vehículo.

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La palanca en los coches automáticos

Como ya apuntamos, los vehículos automáticos pueden tener palanca de cambio, aunque en ellos no es una pieza que tenga que estar de forma obligada. Es posible encontrar muchos modelos con cambio automático que cambien la palanca por una rueda móvil en la que se eligen los modos de conducción simplemente.

Eso sí, son mayoría los modelos que sí que incluyen palanca. No obstante, estas palancas tienen menos posiciones y recorrido que las que se sitúan en las cajas de cambio manuales, ya que no tienen que dar tantas opciones como éstas.

Aun así, como sucede con otros aspectos de este complemento, que el vehículo automático incluya palanca o no es algo que depende en gran medida de las decisiones estéticas y funcionales de la firma que lo construye.

Palanca de caja de cambios secuencial