¿Cómo funciona el limpiaparabrisas?

Durante la conducción, la luna delantera y la trasera del vehículo pueden perder visibilidad por la acumulación de suciedad o por el agua de lluvia. El limpiaparabrisas es el accesorio destinado a evitar que esto se convierta en un problema que obligue a detener la marcha, por lo que hoy es obligatorio en cualquier coche.

Con todo, hay diferentes sistemas y diseños, aunque todos tienen la misma misión: evacuar la suciedad y el agua de la superficie del cristal para que el conductor pueda proseguir la marcha en las mejores condiciones de visibilidad.

RESUMEN :

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Cómo es el limpiaparabrisas

Normalmente, la forma y el diseño de este tipo de accesorio del vehículo son muy sencillos. Los limpiaparabrisas se presentan como brazos metálicos unidos al vehículo por un punto sobre el que rota en un ángulo de 90 o 180 grados. El movimiento se produce gracias a la presencia de un motor interno destinado a tal fin y puede ser activado o desactivado por el propio conductor.

Este brazo metálico está acompañado de una tira de goma que es la que está en contacto con el cristal delantera o trasero del vehículo. Así, cuando el sistema de limpiaparabrisas se activa, las gomas se encargan de arrastrar el agua o la suciedad que haya sobre el cristal para que la visión sea siempre la adecuada.

La mayoría de los vehículos actuales integran un sistema de limpiaparabrisas compuesto por dos brazos en el que cada uno de ellos se ocupa de una parte del cristal delantera para cubrir una mayor superficie. No obstante, también hay coches y otros vehículos en los que hay un único brazo que pivota justo desde el centro de la luna frontal en un ángulo de 180 grados.

Limpiaparabrisas desde cerca

La degradación del limpiaparabrisas

Con el paso del tiempo, los limpiaparabrisas van perdiendo poco a poco la capacidad que tienen de ofrecer una buena limpieza a los conductores. Se debe evitar siempre que esto llegue a suceder, ya que el limpiaparabrisas es un elemento que entra en juego en situaciones en las que su función es indispensable para asegurar la visión de la carretera.

El problema se encuentra en las gomas que se encuentran en contacto con el cristal. Por efecto del sol, de su propio uso y de otras condiciones, las gomas se van desgastando, por lo que deben ser sustituidas ante el menor síntoma de dificultad para limpiar.

No cambiar las lunas del vehículo es algo que puede generar problemas bastante graves. Evidentemente, el riesgo de no poder limpiar el parabrisas es uno de ellos, pero también puede darse el caso de que los brazos metálicos del sistema entren en contacto directo con las lunas y las arañen, algo que obligará a su sustitución.

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Aspectos importantes sobre los limpiaparabrisas

Al margen de lo que hemos dicho, hay otros aspectos a tener en cuenta de los limpiaparabrisas. Por ejemplo, aunque en todos los vehículos se puedan activar manualmente, hay coches que incorporan un sistema de activación automático en cuanto se detecta la presencia de la lluvia.

Asimismo, hoy la mayoría de los vehículos incorporan un sistema de líquido junto al limpiaparabrisas para proyectar una solución que mejor la limpieza cuando se deba retirar suciedad del cristal del coche, un adelanto que ha mejorado mucho la funcionalidad de este accesorio.