La correa de distribución

Mantener vigilada la correa de distribución es algo que todos los conductores deben tener presente siempre que se pongan a los mandos de un vehículo, y más si éste tiene ya algunos años y su correa de distribución no se ha sustituido nunca.

El motivo es que la correa de distribución se trata de un componente esencial para el funcionamiento del motor. Un fallo en la correa de distribución provoca muchas de las averías más costosas de reparar, por lo que aquí vamos a ver los aspectos fundamentales de esta pieza del vehículo.

Índice:

• ¿Para qué se usa la correa de distribución del coche?
• ¿Cuándo hay que cambiar la correa de distribución del coche?
• Síntomas de problemas en la correa de distribución del coche

¿Para qué se usa la correa de distribución del coche?

La tarea de la correa de distribución es vital para que un coche se mueva. Lo que hace la correa es sincronizar la rotación del cigüeñal y del árbol de levas para conseguir que la apertura y cierre de las válvulas del motor sean correctas.

Como puede entenderse con la descripción anterior, el coche se mueve prácticamente gracias a la acción de la correa de distribución, ya que sin ella es imposible que el motor pueda funcionar de forma adecuada. Es más, los problemas en la correa de distribución de un vehículo provocan serios daños en el coche, ya que la desincronización del el movimiento del árbol de levas y del cigüeñal puede provocar daños muy serios en lo más profundo del motor.

En los primeros compases de la automoción, los vehículos no usaban correas. Lo que tenían eran cadenas de distribución. las cadenas eran más pesadas, más caras y provocaban un funcionamiento no demasiado agradable en la marcha. De ahí que se pasara a las correas de goma, algo que sucedió en 1962. Pero la correa de distribución tiene un inconveniente en comparación con la cadena: tiene una vida más corta y es necesario renovarla, por lo que hay que estar atento a cualquier síntoma que pueda dar si no se quieren tener serios problemas mecánicos.

¿Cuándo hay que cambiar la correa de distribución del coche?

No existe una norma uniforme en cuanto al cambio de las correas de distribución. El motivo es que hay correas de distribución hechas de diversos materiales más o menos resistentes y que, además, la mecánica de cada marca de coches puede alargar o acortar la vida de esta pieza.

Lo mejor es estar siempre atento a las indicaciones que vengan en el libro de mantenimiento del vehículo y no superar nunca los límites de kilómetros que el fabricante da para esta pieza. Lo normal es que la correa de distribución se deba cambiar entre los 60.000 kilómetros y los 160.000 kilómetros, una horquilla muy amplia que depende de lo que antes hemos dicho de cada marca. Aun así, también es habitual que las casas aconsejen echarle un vistazo a la correa de distribución cada 5 años.

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Síntomas de problemas en la correa de distribución del coche

Aunque no sea nada común, una correa de distribución podría romperse antes de cumplir con su vida útil. Lo bueno es que es posible anticiparse a este problema, ya que la correa comienza a dar pistas de su mal funcionamiento y de la posibilidad de su rotura con bastante antelación.

Uno de los primeros indicios de rotura de la correa es el de los ruidos extraños procedentes del motor y las vibraciones parasitarias. Si el vehículo vibra mucho al ralentí y emite sonidos extraños, lo mejor es acudir al mecánico para que revise la correa.

Hay otros indicios que también pueden revelar problemas en las correas: humo excesivo saliendo del escape, problemas para arrancar o incluso de fugas de aceite, ya que la pérdida de eficiencia de la correa provocará que todo el motor se desajuste produciéndose las fugas y otros problemas que hemos señalado.

Si abrimos el coche y observamos la correa en sí, hay dos signos que indican desgaste: que haya partes de la corre inusualmente brillantes y que tenga grietas.

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Esperamos que te haya gustado este artículo sobre la correa de distribución. Recuerda, es más útil revisarla y cambiarla cuando lo necesites que pagar las reparaciones que causa su avería. Revisa el libro de mantenimiento y recuerda cuántos kilómetros puedes hacer al coche antes de cambiar la correa de distribución.

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