El motor rotativo
El motor rotativo (o rotatorio) fue uno de los primeros motores de combustión que se diseñaron. En este diseño, el cigüeñal permanece fijo y el resto de componentes gira en torno a él, de hecho su sonido es muy característico. Fue un motor muy utilizado en motos, automóviles y aviones hasta y durante la primera guerra mundial. Más tarde, este diseño se quedó obsoleto y se dejó de utilizar.
Índice de contenidos:
- Características de los motores rotativos
- El motor Wankel
- Ventajas y desventajas del Wankel
- ¿Por qué hay que usar aceite en el motor rotativo?
- Control del motor rotativo en el pasado
- Historia del motor rotativo
Características de los motores rotativos
En el motor rotativo, a diferencia del radial, el cigüeñal va fijo y los cilindros giran a su alrededor. El cigüeñal va fijado al espacio destinado para el motor del vehículo en el que se encuentre. Estas características le otorgan una relación peso/potencia excelente, mucho mejor que la de sus antecesores, al igual que su refrigeración, gracias a que los propios cilindros generan una corriente de aire. La disposición de esos cilindros puede variar ligeramente, según el modelo de motor concreto, pero lo que tienen en común todos los modelos es que el número de cilindros es impar.
La diferencia entre el motor rotativo y el radial es el cigüeñal, que en el primero va fijo, mientras que en el radial gira en un bloque fijo.
Aunque su uso principal fue en aviones, el motor rotatorio también se usaba en coches y motos, además de tener otras aplicaciones experimentales aeronáuticas. Por ejemplo, la famosa moto Megola contaba con uno de éstos, y no fue la única. Este tipo de motor también se usó para coches, sobre todo los motores de Adams-Farwell, Bailey e Intrepid, entre otras empresas.
El motor Wankel
El motor Wankel es el motor rotativo moderno. En él, la admisión de carburante, la compresión, la ignición y el escape de gases pasan al unísono, consumiendo aceite en el proceso.
En el Wankel, hay 3 compartimentos, y en cada uno de ellos pasa una cosa diferente a la vez: admisión, combustión y escape.
A día de hoy no hay coches que incorporen un motor rotatorio, sin embargo Mazda, anunció hace poco que este tipo de motor va a volver. Y es que Mazda siente mucho apreció por él, debido a que algunos de sus modelos de turismo más típicos llevaban incorporado un rotatorio, como el Mazda Cosmo Sport, el Mazda RX-7 y el Mazda RX-8.
Ventajas y desventajas del Wankel
Las principales ventajas del Wankel son:
- Los Wankel son fiables debido a que solo tienen 4 piezas móviles. Eso equivale a menos mantenimiento.
- En los Wankel las vibraciones son mínimas porque apenas hay inercias dentro del motor. Esto se traduce como más suavidad en la marcha.
- Los Wankel son más livianos que los motores convencionales.
Las principales desventajas del Wankel son:
- Estos motores no lo tienen tan fácil para ajustarse a las normas sobre emisiones contaminantes como los motores de 4 tiempos.
- Los motores rotativos, en caso de que vieran la luz, serían mucho más caros de mantener, por la escasez.
- Los Wankel consumen mucha cantidad de carburante y de aceite.
- Los Wankel son difíciles de controlar, por su diseño.
- El freno motor dejaría de existir en los coches con estos motores.
En general, los motores rotativos se comportan como motores de dos tiempos, lo que vendría a significar dar un paso atrás en el sector de la automoción. La mayor parte de los expertos ven más desventajas que ventajas, pero solo el tiempo dirá.
¿Por qué hay que usar aceite en el motor rotativo?
Por su funcionamiento, básicamente. Para empezar, hay que usar aceite de motor para que funcione bien, pero además, como la combustión en la cámara quemará el aceite que haya en ese momento, el consumo de aceite de estos motores es superlativo.
En los vehículos con el motor rotatorio hay que revisar el nivel de aceite en cada repostaje. Eso dándole un uso normal al coche, no un uso profesional ni en competición.
Al ser un componente tan importante, se recomienda usar aceites minerales de la máxima calidad en estos motores, para que ensucien el motor lo menos posible. Aun así, hay quien recomienda aceites sintéticos, aunque de poco importa, ya que estos motores se usan de poco a nada hoy en día.
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Control del motor rotativo en el pasado
El motor rotativo se usaba sobre todo en aviones, y no tanto en coches, realmente.
A menudo se piensa que el control de estos motores era casi imposible, porque no tenía carburador, de modo que el único modo de frenarlo era encendiéndolo y apagándolo repetidamente, mediante un interruptor del motor. Lo cierto es, sin embargo, que la mayor parte de motores rotatorios tenían un pequeño carburador que permitía ajustar la mezcla de aire y combustible, aunque era, obviamente, algo difícil de dominar.
Para la mitad de la guerra mundial, los modelos rotatorios ya contaban con carburadores que permitían reducir al 25% su potencia, y aquellos motores que no contaban con ellos eran desechados.
Tras ello, se introdujeron aquellos motores rotativos que eran capaces de capar algunos de sus cilindros para perder potencia cuando necesitaran perder velocidad, o incluso aterrizar.
A día de hoy aún se incorporan los interruptores del motor en algunos modelos de aviaciones con este tipo de motor.
Historia del motor rotativo
El primer motor rotatorio debe atribuirse a Miller, que lo patentó en 1888. Montó uno de 5 cilindros en una bicicleta.
Hargrave, sin embargo, fue el primero en fabricar uno para su uso en aviación, en 1889.
Tras ello, durante la década de 1890, fue Balzer el que fabricó varios motores rotatorios. Este relojero veía gran potencial en este tipo de motor. Produjo uno de 3 cilindros para automóviles en 1894. Tras ello, la mayor parte de sus proyectos para hacer unidades mucho más grandes no llegaron a buen puerto.
Después, a finales de la década, la empresa De Dion-Bouton construyó un motor rotatorio de 4 cilindros destinado a la aviación, aunque nunca llegó a ser colocado en un avión.
Ya en 1900, la empresa estadounidense Adams Farwell empezó a producir esta clase de motores, sobre todo para vehículos terrestres.
Pese a todo lo dicho anteriormente, quizás el diseño de motor rotatorio más famoso es el Gnome, producto de 3 hermanos. Este motor, y todas sus variantes (con diferente número de cilindros) fueron usados tanto en automóviles como en aviones. Sin embargo, el Gnome Henri Farman lo utilizó para uno de sus aviones, concretamente con el que consiguió ganar el Grand Prix, recorriendo 180 km sin detenerse. Luego, en 1910, el primer hidroavión exitoso también llevaba un motor Gnome.
El motor Gnome se empezó a construir a gran escala, y fue el favorito para los vehículos usados en la primera guerra mundial, alcanzando una potencia de 82 kW. Era el motor más confiable de la época. Con el paso de los años y las reinvenciones, algunos modelos Gnome llegaron a tener 9 cilindros. El más famoso fue el Gnome Monosoupape, que era el motor Gnome monoválvula. Pero el Gnome Lambda de 60 kW fué el motor estándar usado durante la guerra, sobre todo para los cazas.
Sin embargo, este tipo de motor no era perfecto, sobre todo por su gran consumo de combustible. Además estos motores también presentaban problemas relacionados con la inercia. Según continuó la guerra, otro tipo de unidades de potencia fueron siendo más acertadas, y el motor rotatorio cayó en desuso, aunque se ha intentado rediseñar a lo largo de los años; de hecho, aun se pueden encontrar algunos. Para el final de la guerra, el motor rotatorio ya estaba obsoleto, siendo sustituidos por motores radiales a partir de los años 20.
Esto ha sido todo sobre el motor rotativo, que no deja de ser un motor de combustión. Eso sí, se usaba sobre todo en el pasado, aunque ahora parece que la casa Mazda quiere darle un último impulso. Para saber más sobre otros motores haz clic aquí.
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