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La estructura del neumático
Los neumáticos son esenciales a la hora de conducir. Es importante tener en cuenta que estas piezas son los únicos elementos de un vehículo que están en contacto con el firme de la carretera, por lo que son esenciales para conseguir que los conductores puedan circular con seguridad en todo momento.
Pero para conseguir que su funcionamiento sea excelente, es importante que todas sus partes estén en perfecto estado, ya que los neumáticos se componen de zonas muy diferenciadas que hay que tener siempre en cuenta.
En este artículo hablaremos de las partes fundamentales del neumático, desde el exterior del mismo hacia el interior.
Índice:
La banda de rodadura
La zona más externa es la conocida como banda de rodadura, la cual se encarga de estar en contacto directo con el asfalto durante todo el tiempo de conducción.
La banda de rodadura está hecha por completo de caucho. Este es un material de origen natural que se va degradando con el paso del tiempo y con el número de kilómetros, de ahí que los neumáticos tengan que ser sustituidos cuando el caucho se desgasta.
La banda de la que hablamos suele tener presente un dibujo con un profundidad que puede llegar a los 9 mm y que nunca debe estar por debajo de 2 mm. La misión de este dibujo es evitar que el agua o cualquier otro elemento separe el neumático del asfalto, algo que provocaría la pérdida de adherencia del coche y una situación bastante complicada en la conducción.
La carcasa
Bajo la banda de rodadura se encuentra una de las zonas más importantes de todo el neumático. Se trata de la carcasa, la cual tiene la misión de proteger la cámara de aire del neumático y la de dar consistencia a esta pieza.
De ahí su importancia, ya que, realmente, es el componente que da al neumático su forma y su consistencia para que este pueda aguantar en la carretera durante los kilómetros que se deben hacer.
La elección de los materiales para la carcasa es vital y hace que los neumáticos sean de mejor o peor calidad. Lo normal es que esta parte se fabrique con hilos de acero entrelazados. Esto permite que la carcasa sea lo bastante rígida como para mantener en forma al neumático sin perder un cierto grado de elasticidad que le permita soportar las torsiones a las que esta parte del vehículo se ve expuesta.
La cámara de aire
En el interior del neumático nos encontramos con la cámara de aire. En gran medida, casi la totalidad de la superficie de la rueda de un coche es aire, ya que se trata de algo esencial para que los neumáticos tengan las propiedades que son exigibles a la hora de conducir.
La cámara de aire debe estar siempre con una presión adecuada. Son los fabricantes los que señalan la presión a la que deben estar los neumáticos, ya que esto cambia de un modelo de coche a otro. Por ello, siempre hay que seguir las recomendaciones de las marcas en este sentido para que el neumático pueda estar en perfecto estado.