Permutación de los neumáticos

Por permutación de los neumáticos se entiende algo muy sencillo: cambiar de posición (delantera-trasera) las ruedas del vehículo para que se compense su desgaste entre los diferentes ejes de los que se compone un modelo cualquiera.

No hay que perder de vista que los coches o cualquier otro tipo de vehículo que se encuentre circulando por las carreteras de cualquier lugar no desgastan las ruedas de forma similar. El tren que cuenta con la tracción es el que produce un mayor desgaste en las gomas, por lo que puede ser interesante cambiar las ruedas de un eje a otro para compensar este efecto.

Índice:

Coche sin neumático

Tipos de permuta de los neumáticos

La permuta de las ruedas se puede hacer de diferentes formas, algo que va a venir siempre aconsejado por el tipo de tracción que tenga el vehículo. Los modos de llevar a cabo este cambio en la posición de las ruedas son de dos tipos.

Por un lado, se puede realizar una permuta lineal. En ésta, lo único que se hace es cambiar las ruedas delanteras por las traseras respetando el costado del vehículo en el que éstas están montadas. Se trata de la mejor opción para vehículos con tracción trasera o delantera y que tengan un buen equilibrado de los neumáticos, ya que es una opción que no suele dar ni el más mínimo problema.

La otra opción de permuta es la cruzada. En ésta, las ruedas no solo cambian de eje, también se montan en el lateral opuesto del vehículo. Es la opción más aconsejada por los profesionales para vehículos 4x4, ya que con ella se consigue un equilibrio perfecto en el desgaste de vehículos que tienen una tracción total.

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Cuándo realizar la permuta y posibles problemas de la misma

El sentido último y principal de realizar la permuta de los neumáticos no es otro que el de conseguir que la vida útil de los neumáticos sea mayor y que su desgaste se produzca de forma equilibrada a lo largo de toda la rueda.

Por ello, es importante elegir el mejor momento para hacerlo. Los expertos señalan que esta tarea se debe llevar a cabo cuando los neumáticos cuentan con un kilometraje de entre 5000 y 10000 km, ya que se encuentran en un punto medio de su vida.

La elección del tipo de permuta que se vaya a realizar depende, como vimos antes, del tipo de tracción que se tenga. No obstante, siempre se puede hacer un análisis visual para decidir cuál es la mejor estrategia para cambiar las ruedas advirtiendo el desgaste real de las mismas.

Con todo, la permuta puede dar algún problema cuando se arranca el coche después de haber cambiado la posición de sus ruedas. El principal es el de las vibraciones en el volante. No es nada extraño que esto se produzca. Es más, suele ser también muy habitual cuando se cambia una sola rueda por motivos como un pinchazo. La razón es sencilla: las ruedas se desequilibran y pierden su línea. En este caso, lo único que queda es acudir a un profesional que reequilibre el conjunto de las ruedas para que estas vuelvan a tener sus propiedades necesarias para facilitar la conducción.