¿Alguna vez has escuchado hablar sobre el sistema TPMS del coche? Es una de las herramientas que van integradas en los coches de nueva fabricación desde 2014.

Quédate con nosotros y te contaremos cómo funciona este elemento.

Índice de contenidos:

Aumentar la presión de un neumático.

¿Qué es el sistema TPMS?

TPMS son las siglas en inglés de Tyre Pressure Monitoring System, es decir, un sistema de control de presión de los neumáticos.

El sistema en sí consiste en un dispositivo capaz de medir la presión de los 4 neumáticos en todo momento para alertar al conductor cuando encuentre errores en alguno de ellos mediante un testigo luminoso en el panel de control.

De esta forma, son muy útiles para que el conductor sepa cuando darle presión al neumático si no está bien. Aun así, se aconseja que se haga una revisión de la presión del aire de los neumáticos de manera tradicional de vez en cuando, por si hubiera un error en el sistema TPMS, errores de los que hablaremos más adelante.

Por último, y quizá más importante, estos sistemas alertan sobre pinchazos en la carretera, por lo que suponen un aumento de seguridad, y de hecho son la bases del funcionamiento de los neumáticos Run Flat.

Los sistemas más básicos simplemente alertarán al conductor de que hay un problema en alguna de las ruedas, mientras que los más avanzados pueden dar datos sobre la presión de cada neumático por separado e incluso de la temperatura.

Es un elemento básico de seguridad que, por normativa Europea, viene instalado en todos los coches de nueva fabricación desde 2014.

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¿Cómo funciona el sistema TPMS?

El funcionamiento del sistema puede ser de dos tipos: indirecto o directo.

El sistema TPMS indirecto, va unido al sistema ABS del vehículo en cuestión. Como una rueda con presión baja debe dar más vueltas para frenar que una con una presión adecuada, el sistema ABS detecta esto, y esta información llega al TPMS, y al conductor en última instancia. Hay muchas críticas sobre el TPMS indirecto por su falta de fiabilidad.

Los sistemas directos incorporan sensores en las ruedas que funcionan con baterías y envían información al coche por radiofrecuencia. Son los más fiables debido a que no dependen de otros para funcionar correctamente.

Rueda pinchada.

¿Puede tener averías el sistema TPMS?

Sí, desde luego. Aunque más que averías, son problemas de funcionamiento, entre los que destacamos:

  • Batería de los sensores agotada. La batería suele durar de 5 a 7 años, y cuando se agota, no se puede sustituir, por lo que habrá que reemplazar el sensor entero.
  • Falsas alarmas. Hay veces en las que dejamos aparcado el coche con un neumático al sol y el resto no, o al contrario, y debido a la diferencia de temperatura, el sistema dará un aviso, pero no será real.
  • Desprogramación. Ha habido casos en que la unidad central se ha desprogramado y los sensores han perdido el contacto con dicha unidad.
  • Inhibidores de frecuencia. Si nos acercamos con el vehículo a una zona con inhibidores de frecuencia o alta tensión, puede que el sistema TPMS deje de funcionar temporalmente, pero volverá a la normalidad al salir de ese espacio.
  • Rotura de los sensores. Golpes en las llantas, al bajar bordillos o al desmontar la rueda bruscamente pueden provocar que se dañen los sensores y dejen de funcionar.
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¿Qué datos da el sistema TPMS?

Según la Normativa Europea Vigente, el Reglamento número 141 de la Comisión Económica para Europa (CEPE) de las Naciones Unidas, dice lo siguiente:

  • El sistema debe avisar al conductor si una o varias ruedas han llegado a un determinado límite inferior de presión, que en ningún caso será un límite peligroso, si no uno preventivo.
  • También deberá avisar al conductor si por alguna razón, el sistema no es capaz de leer o indicar la presión de los neumáticos.

Como ves, además de someterse a unas pruebas rigurosas, el sistema TPMS da información muy útil al conductor en todo momento para prevenir cualquier tipo de accidente.