Rueda de repuesto, uso y funcionamiento

Pese a lo que muchos conductores de turismo piensan, la rueda de repuesto no es en ningún caso un accesorio obligatorio en el vehículo. Sí que lo es un elemento que sea capaz de subsanar un pinchazo durante la marcha, pero aquí entran en juego otra serie de sistemas además de la conocida rueda de repuesto. Vamos a conocer lo que la DGT señala al respecto.

Resumen:

formación de conducción
Teórico
online gratuito

El uso de la rueda de repuesto

Actualmente, la mayoría de vehículos siguen confiando en la rueda de repuesto como el mecanismo más eficaz para solucionar incidencias como pinchazos en carretera. Hay muchos motivos para ello.

Por un lado, con una rueda exactamente igual a las que monta el vehículo, se puede continuar con la marcha de forma ininterrumpida y sin limitaciones de kilometraje o de velocidad. Eso sí, el conductor debe sustituir la rueda dañada por otra que vuelva a servir de repuesto, ya que en el coche siempre debe existir una solución para posibles daños en los neumáticos.

Además de sus posibilidades en la conducción, el sistema de cambio de la rueda es rápido y sencillo en el caso en el que los conductores sepan llevarlo a cabo. Las ruedas suelen venir acompañadas de llaves para desmontar las tuercas que las unen al vehículo y de un gato hidráulico para elevar el coche lo necesario para realizar el cambio.

Esta tarea puede suponer poco más de 10 o 15 minutos en carretera, resultando uno de los métodos más efectivos que aún hoy se pueden encontrar para proseguir la marcha.

Cambiar con rueda de repuesto.

Ruedas tipo galleta

El primer sistema que aparece como una alternativa cada vez más extendida al uso de una rueda de repuesto es el de la rueda tipo galleta. Sí, se trata también de una rueda, aunque cuenta con notables diferencias con las de uso común.

Generalmente, estas ruedas son mucho más pequeñas que las normales y tienen una vida útil muy corta. En absoluto están hechas para circular de forma indefinida, por lo que se debe pensar en ellas como una solución a corto plazo con la que llegar a algún punto mecánico en el que puedan solucionar problemas como un pinchazo.

Es más, estas ruedas tienen una velocidad limitada de 80 km/h, siendo peligroso superarla. Su estrecho perfil y su escaso tamaño son las culpables de sus limitaciones. No obstante, no hay que olvidar que se trata de un sistema de emergencia y nada más, por lo que cumple con su objetivo sin brindar mayores beneficios.

formación de conducción
Teórico
online gratuito

Neumáticos run-flat

Estos neumáticos cuentan en su interior con una banda que impide que la llanta llegue a tocar el suelo, aunque se produzca un pinchazo que conlleve una importante pérdida de aire. De esta forma, se puede seguir circulando con ellos, aunque con varias limitaciones.

Por un lado, una vez que el neumático se apoye sobre la banda interior, la velocidad quedará limitada a un máximo de 80 km/h para mantener la seguridad de pasajeros y conductor. Este tipo de neumático evita llevar cualquier otro tipo de solución para pinchazos, aunque sus daños deben ser reparados rápidamente para recuperar una marcha normal.

Kit antipinchazos

Hay de varios tipos en el mercado, aunque los más efectivos son aquellos que cubren de espuma la zona del pinchazo evitando la pérdida de aire. Sustituyen a las ruedas de repuesto y son más manejables.

Eso sí, tienen el inconveniente de ser complicados de aplicar, en muchos casos es necesario desmontar el neumático, y, si no son de calidad, sus resultados dejarán mucho que desear.

Rueda pinchada.