Multa por darse a la fuga en un control de tráfico

Aunque pueda sorprender, el hecho de darse a la fuga en un control de tráfico no está tipificado como un delito en sí mismo. Es decir, no hay sanción posible por el hecho de hacerlo, pero esto no significa que no vaya a tener consecuencias, ya que, en la mayoría de los casos, se incurre en otras acciones que sí son sancionables, como desobediencia a la autoridad o normalmente, exceso de velocidad en el momento de huir, y que pueden llegar incluso a conllevar penas de cárcel de diferente importancia.

¿Has huido alguna vez de la Policía? No deberías.

¡Te lo contamos en este artículo!

Resumen:

Agente de tráfico

Darse a la fuga en un control policial

Para entrar en contexto, hay que entender que darse a la fuga es una acción que se produce siempre porque se intenta ocultar algún tipo de delito o falta que se está cometiendo. Ningún conductor se da a la fuga si no tiene algo que ocultar, por lo que no cabe pensar en esta acción como una simple maniobra más dentro de la rutina de conducir.

Como ya hemos apuntado, ninguna normativa española específica que el darse a la fuga en sí sea una acción sancionable. La sanción vendrá seguramente por otras acciones que sí están tipificadas y reflejadas en los reglamentos de tráfico.

Es más, la primera acción tipificada como sancionable será la de desobedecer a los agentes de tráfico. Un control lleva implícita la orden de detener la marcha por parte de las autoridades, ya sea policía, guardia civil o cualquier agente del orden, por lo que fugarse puede considerarse como un incumplimiento de ese alto que el agente o los agentes están dando y, por lo tanto, se estará sujeto a una sanción administrativa por desobediencia que puede ser en los casos más leves de 200 euros y de la retirada de hasta 4 puntos del carnet.

¿Se puede intentar recurrir? Sí.

¿Se pueden presentar alegaciones? Sí.

¿Suelen servir para algo? No.

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Situaciones especiales

La situación descrita anteriormente es la más sencilla de todas. Pero en el caso de producirse una fuga, lo normal es que entren en juego otras condiciones que pueden agravar la situación.

Por ejemplo, darse a la fuga en un control ocasionando daños materiales a los objetos que las autoridades hayan situado en la vía aumentará en 200 euros la cuantía de la sanción administrativa que se impondrá.

Si además de daños materiales hay daños a personas, la cuantía de la multa y sus consecuencias podrían ser gravísimas.

El caso será aún más grave si se pretende evitar un delito o una falta con ese intento de fuga, lo que es la condición mayoritaria de los casos de conductores que huyen. Nos referimos por ejemplo al intento de evitar un control por no tener carnet de conducir, por no disponer de la documentación del vehículo o por ir bajo los efectos del alcohol o las drogas.

En cualquiera de estos casos, las multas que se aplicarán serán las relativas a cada uno de los delitos que antes hemos enunciado más las de desobedecer a las autoridades y cualquier otra que pueda añadirse por la acción llevada a cabo.

De esta forma, el monto total de la sanción puede ir creciendo e incluso alcanzar penas de cárcel en los casos más graves.