Seguridad y conducción

La seguridad es esencial al volante. Mantener todas las medidas de seguridad oportunas en todo momento es la clave para evitar accidentes de graves consecuencias y, no es exagerado decirlo, es la mayor responsabilidad de todo conductor.

No obstante, la seguridad se puede ver comprometida tanto por el estado del vehículo como por otros muchos factores, como la vía, el estado del conductor, las condiciones meteorológicas, etc.. Todos ellos deben analizarse con atención atendiendo al fin de evitar problemas en la carretera.

Hoy hablamos de seguridad y conducción.

Resumen:

El cinturón es un elemento de seguridad pasiva.

Estado del vehículo: seguridad activa y pasiva

Cuando se habla de seguridad activa y pasiva se hace referencia a los distintos tipos de dispositivos que se integran en todo tipo de vehículos para proteger de forma eficaz la vida de pilotos y pasajeros. Pero, ¿cuál es la diferencia entre la seguridad activa y la pasiva?

  • Los sistemas de seguridad activa son aquellos que se encargan directamente de que los conductores no queden expuestos a sufrir un accidente. Hablamos de sistemas como el de ABS, los neumáticos o el control de estabilidad, que solventan escenarios peligrosas en las carreteras que podrían terminar con funestas consecuencias.
  • Por el contrario, los elementos de seguridad pasiva, presentes en todos los vehículos, son dispositivos encargados de evitar que se produzcan lesiones si ya se ha producido un accidente. En este caso estamos hablando de elementos como el cinturón de seguridad, los reposacabezas o el airbag.

Lo más importante a la hora de analizar la seguridad que ofrece un vehículo es valorar de forma conjunta lo que ofrecen los dos tipos de sistemas de seguridad. Es decir, un coche será mucho más seguro cuantos más sistemas activos y pasivos integre en su construcción.

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Estado del conductor

Obviamente el estado de la persona que pilota el vehículo es de suma importancia, puesto que hay muchos accidentes causados por el factor humano.

El comportamiento en general es lo más importante: respetar las distancias de seguridad, practicar una conducción relajada, respetar los límites de velocidad, estar al día en cuando a señales de tráfico, etc.

Debemos tener en cuenta que todo lo que afecte al estado psico-fisico del conductor debe ser considerado: enfermedades, somnolencia, consumo de alcohol y drogas o determinados medicamentos (antihistamínicos, por ejemplo), etc. Todo lo que afecte a la capacidad de conducción de alguien debe ser considerado atentamente antes de poner las manos en el volante.

Por otra parte, no solo está el tema del estado psicofísico, también está el tema de las distracciones, por ello hay normas de la DGT que prohíbe el uso del móvil al volante. También aquí podemos entender que esté prohibido conducir con un calzado inadecuado, o descalzo, o que los perros no puedan ir sueltos por el habitáculo. En el blog de Onroad tenemos varios artículos en los que explicamos porqué te pueden multar por esas cosas aunque no están prohibidas expresamente en el BOE.

Conductor con sueño al volante

Las condiciones de la carretera

Si bien es cierto que las condiciones de las carreteras no dependen del conductor, sino de la Administración pública, las personas que quieran conducir un vehículo sí que tienen el deber de adaptar su conducción a las condiciones de las vías: ajustar la velocidad, ir con precaución, usar las luces correctamente, etc.

Si te encuentras ante una carretera peligrosa, debes saber reaccionar adecuadamente.

¿Qué cosas pueden hacer de una carretera más o menos segura? Muchas: zonas con más animales salvajes de lo habitual, firme en mal estado y baches, curvas sinuosas, etc. La DGT tiene muchos consejos sobre qué hacer en este tipo de situaciones en su blog. Nosotros por nuestra parte, tenemos algunos artículos relacionados con conducir en condiciones adversas.

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Conducción en condiciones meteorológicas adversas

La seguridad no solo depende de los sistemas activos y pasivos ni de la habilidad y responsabilidad de la persona que vaya a los mandos. Hay elementos que no se pueden controlar y que pueden ocasionar problemas de todo tipo en la conducción. Nos referimos muy especialmente a las condiciones meteorológicas adversas, ya que éstas son las que más problemas causan en las vías, sin ser responsabilidad de los conductores.

El riesgo de sufrir un accidente ante situaciones como la lluvia intensa, la niebla o la presencia de nieve y de hielo en la carretera es mucho más alto que si se conduce en condiciones ideales. Los conductores deben tenerlo siempre presente y tomar las medidas oportunas decidiendo incluso no proseguir la marcha si evalúan que las condiciones son demasiado peligrosas.

Para afrontar un clima adverso hay que tener en cuenta que se debe disponer de un vehículo con un nivel de seguridad adecuado y un mantenimiento óptimo. No obstante, puede que con ello no sea suficiente, por lo que extremar la precaución es el mejor consejo que se puede dar al respecto sin la menor duda.

Por otro lado, hay cursos especiales para conducir en condiciones adversas. Esto es ignorado por muchos conductores, pero es algo que puede resultar ideal para evitar situaciones de riesgo al conducir.