¿Cómo hay que reaccionar después un accidente de tráfico?

Cuando un coche o cualquier otro vehículo sufre un accidente, se deben llevar a cabo algunas acciones que los conductores deben conocer a la perfección. El accidente, ya sea entre dos vehículos o entre más o incluso aquellos que solo tienen como protagonista a un solo vehículo por una salida de la vía o cualquiera otra acción similar, es una situación ante la que los vehículos vienen preparados, pero que no siempre se puede evitar.

Resumen :

Accidente de tráfico

Es evidente que el accidente de tráfico es la situación más peligrosa a la que quedan expuestos los conductores cuando se ponen a los mandos de un vehículo. En este sentido, como veremos después, las fábricas preparan los vehículos a conciencia para que resistan los daños producidos por los impactos.

No obstante, siempre que no se produzcan lesiones, los conductores deberán firmar un parte en el que se detalle el accidente, un trámite administrativo desde el que vamos a comenzar.

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Parte amistoso

El parte, o declaración amistosa de accidente, es una declaración conjunta en la que se resuelve el conflicto generado por un accidente de tráfico para que las autoridades o las compañías de seguro puedan llevar a cabo las acciones pertinentes en relación con el mismo accidente.

El parte se rellena justo en el lugar del accidente y sin que medie ningún tipo de auxilio por parte de las autoridades. No obstante, si los conductores no se ponen de acuerdo sobre la responsabilidad del accidente, algo importante para determinar quién se hará cargo de los gastos generados por los desperfectos, será necesario acudir a la ayuda de los agentes de tráfico.

Es importante recordar que el parte amistoso de accidente debe ir siempre en el vehículo. Es decir, hay que llevar obligatoriamente uno o más formularios de este tipo por si es necesario usarlos, formularios que normalmente dan las agencias de seguros cuando se contrata con ellas una póliza.

Crash test

Como ya dijimos en la introducción, las fábricas dedicadas a la construcción de vehículos están empeñadas en mejorar día a día la seguridad de los modelos que fabrican para conseguir que los accidentes sean cada vez menos peligrosos para los conductores.

Las pruebas que pasan los diferentes modelos en este sentido son conocidas dentro de la industria como crash test o pruebas de impacto. En ellas, lo que se hace es simular en la medida de lo posible un impacto a una determinada velocidad para analizar cómo resiste la estructura del vehículo y cuáles son los daños que se producen en el conductor.

Además, estas pruebas son las que sirven a las marcas para mejorar sus vehículos. En ellas se prueban nuevos componentes y se mejoran los diseños para conseguir que los impactos sean menos peligrosos.

Eso sí, por muy efectivos que sean, es imposible simular todas las condiciones de un accidente real en carretera, ya que estos tienen un componente de imprevisibilidad que no se puede aclarar con sencillez por muy buenos que sean los crash test.