Conducir con granizo puede ser bastante habitual, sobre todo en los días de primavera en los que las precipitaciones son altas y el clima aún es frío.

¿Se conduce igual debajo de una tormenta de granizo? Evidentemente no; es más incómodo, pero hay que saber adaptarse a todas las condiciones meteorológicas.

Hoy te traemos los mejores consejos para que los apliques cuando te veas atrapado en una tormenta de granizo. ¿Por qué? Porque es menos habitual que la lluvia, la nieve o el viento, y por lo tanto los conductores no tienen muy claro cómo actuar.

Índice:

Granizo

¿Por qué es peligroso conducir con granizo?

El granizo es un tipo de precipitación que se forma durante las tormentas eléctricas en las nubes denominadas cumulonimbus, en las que las gotas de agua o los copos de nieve son arrastrados por corrientes de aire turbulento hacia arriba, a zonas con temperaturas inferiores a 0º y para cuando caen al suelo se han congelado.

Ahora, el granizo en la carretera es más peligroso de lo que parece, y hay que saber conducir de manera segura. ¿Por qué es peligroso?

  • El ruido al caer sobre el capó pone nervioso al conductor, y además, puede disminuir la capacidad de audición del conductor, cosa muy peligrosa, sobre todo en la ciudad.
  • La adherencia de los neumáticos se ve muy rebajada, porque el frío del granizo endurece el caucho.
  • El granizo no es común, pero sí esporádico, y aparece en todas las estaciones del año, por lo que la gente no suele estar preparada. Para la época de nieve, por ejemplo, mucha gente prepara las ruedas de invierno. De todas formas, en un calendario agroclimático sí es posible ver las épocas que acumulan más granizo y tenerlo en cuenta.
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Consejos a la hora de conducir con granizo

Te traemos las 7 claves para conducir con granizo. Todos los conductores de primera saben esto:

  • Cuidado con el freno. Hay que reducir un poquito la velocidad (dependiendo de la situación) sí, pero el freno ha de pisarse muy lentamente para que el coche no deslice por el hielo acumulado en el firme. Evita usar el freno en las curvas, es más aconsejable el freno motor.
  • Acelera despacio. No pegues acelerones fuertes para que las ruedas no patinen, sobre todo si están desgastadas.
  • Túneles prohibidos. Detenerse en un túnel o bajo un puente no es recomendable, puesto que la posibilidad de que otro conductor se dé un golpe contra tu vehículo es muy alta. Si lo que conduces es una moto, sería más comprensible, pero aun así, si te detienes bajo una cubierta ha de ser de forma segura.
  • Las luces. Cuando veamos el granizo empezar a caer, lo primero será encender las luces de cruce (y por tanto las de posición) para ver y ser vistos.
  • Distancia de seguridad. Si vas por una carretera concurrida, aumenta la distancia de seguridad con los vehículos que tengas delante. La falta de visibilidad y el suelo mojado pueden jugarte una mala pasada.
  • Los giros. En una tormenta debemos evitar hacer giros bruscos, del tipo que sean. Si queremos cambiar de dirección tenemos que hacerlo frenando lentamente hasta que sea seguro girar el volante. Los adelantamientos deben hacerse solo en condiciones de completa seguridad.
  • Mantén la calma. Los trozos de hielo muy rara vez rompen los cristales del coche, y cuando es así, suele ser la luneta, que es más frágil que la luna delantera.