Conducir con con hielo y nieve - Consejos indispensable

Cada año son muchas las zonas del país en las que conducir con hielo y nieve se convierte en algo habitual. Cuando estos factores se convierten en compañeros de los conductores, aumenta notablemente el riesgo de accidentes.

De por sí, el hielo y la nieve son peligrosos, pero lo son aún más si el conductor no sabe cómo afrontar el peligro de la forma adecuada, por lo que vamos a ver cuáles son los aspectos que el usuario de un vehículo debe tener en cuenta para minimizar los riesgos.

Resumen:

Hielo en la carretera

Los riesgos de conducir con hielo y nieve

Cuando vamos a conducir con hielo y nieve, debemos saber que ambos tienen consecuencias sobre nuestro vehículo.

La primera consecuencia es la reducción de la temperatura de los neumáticos por cuestiones obvias de temperatura exterior. Este factor es inevitable, pero son pocos los conductores que instalan neumáticos de invierno especialmente diseñados para estas situaciones, ya que los días de hielo y nieve no son demasiado frecuentes en España.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el control sobre las ruedas motrices se reduce considerablemente. Especialmente cuando aparecen las temidas placas de hielo, un elemento que puede hacer que un vehículo pierda el control de un momento a otro dificultando enormemente la circulación con el mismo.

Por último, la combinación de hielo y nieve derritiéndose, salvo que se haya aplicado en la vía y suciedad arrastrada por las precipitaciones pueden crear un cóctel tremendamente peligroso en la vía capaz de provocar pinchazos, reventones y pérdidas de control, sobre todo por el llamado efecto aquaplaning.

formación de conducción
Teórico
online gratuito

La conducción con hielo y nieve

Es fácil advertir teniendo en cuenta las consideraciones anteriores que la conducción no puede ser igual cuando hay nieve o hielo en la vía que cuando se circula por una carretera completamente libre de estos agentes. ¿Cómo hay que conducir con hielo y nieve?

Lo primero que el conductor debe hacer en estas situaciones es olvidarse de los cambios de velocidad bruscos. El pedal del freno se debe usar con mucha suavidad, tanta como si se estuviera conduciendo un vehículo que no contara con ABS instalado. Lo mismo sucede con el acelerador, y es que pisar bruscamente cualquiera de estos pedales aumentará la probabilidad de perder el control del vehículo.

Por otro lado, el conductor deberá, en la medida de lo posible, optar por las marchas más largas que la conducción permita. El motivo es que éstas son las que aplican menos fuerza a las ruedas y, por lo tanto, se reducirá enormemente la posibilidad de patinar sobre el asfalto.

Por último, hay que mantener también mucha precaución con el volante evitando giros inadecuados. Todo ello debe ir acompañado de una máxima precaución y de muy poca improvisación.

Cadenas para nieve.

Accesorios para conducir con hielo y nieve

Hay una serie de accesorios para los vehículos que están pensados para evitar los riesgos más extremos del hielo y la nieve. Son fundamentales si se sabe que se va a conducir por zonas en las que la nieve y el hielo harán acto de aparición, tanto que no llevarlos en el vehículo puede suponer una sanción en caso de que las autoridades tengan que intervenir por su ausencia.

Hablamos especialmente de las cadenas. Existen varios tipos: metálicas, de tela, o mixtas.

Las cadenas se deben colocar en cuanto el hielo está presente y de hecho, suelen ser obligatorias en determinados puertos de montaña durante los meses de invierno.

También se pueden tener en cuenta los neumáticos de invierno, aunque éstos son sólo aconsejables para los que saben que conducirán constantemente bajo condiciones climatológicas frías, pues son neumáticos para circular por debajo de los 7ºC constantemente, y por encima de ello perderán eficacia.