¿Cuáles son las características de los semáforos inteligentes?

Un semáforo convencional es una señal de tráfico encargada de regular el tránsito vial para peatones y vehículos. Su tarea es la de detener ciertos carriles y activar otros para mantener una buena dinámica en zonas congestionadas.

Los ciclos que siguen se tienen que definir por adelantado y se mantienen fijos durante la jornada. Pero cualquiera entiende que el tráfico no es el mismo de día que de noche o que hay zonas con horas punta que necesitan de tiempos diferentes para que no se produzcan atascos. Estas últimas tareas son las que han empezado a abordar los semáforos inteligentes y son las que vamos a ver en este artículo.

Resumen:

Funcionamiento de semáforo inteligente.

Los colores de los semáforos inteligentes

En su aspecto, los semáforos inteligentes no difieren en absoluto de los modelos tradicionales. Los más avanzados siguen contando con el mismo patrón de luces, que se compone de una señal verde, una roja y una amarilla fija o parpadeante.

Como es bien sabido, la verde da paso a los vehículos y la roja los obliga a detenerse. Por su parte, la amarilla o ámbar obliga a mantener precaución por estar a punto de producirse el cambio desde el verde al rojo.

Como dijimos en la introducción, estos ritmos se deben a configuraciones mecánicas que son las que hacen que las luces cambien en los semáforos tradicionales. Aquí se encuentra el primer punto de diferencia entre los antiguos y los inteligentes.

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El funcionamiento de un semáforo inteligente

Para ser llamado inteligente, un semáforo debe tomar decisiones por sí mismo. Es decir, debe saber cuándo es mejor que los ciclos de paso de los vehículos deben ser más prolongados o cuándo hay que indicar lo contrario. Para ello usan diferentes herramientas.

Lo normal es que incorporen cámaras con las que se controla el flujo de vehículos en un momento determinado y, así, poder hacer que varíe su funcionamiento.

También pueden incorporar sistemas más avanzados como GPS, un software para registrar el volumen del tráfico e incluso conexión a Internet para servirse de datos proporcionados por las agencias de tráfico locales. El resultado de la inteligencia es que el semáforo se adaptará al tráfico para abrir o cerrar el paso.

Además, hay otro tipo de modelo inteligente; algunos modelos de semáforo cuentan con sensores de velocidad incorporados para un tramo concreto. Así, si un semáforo detecta que un conductor circula a una alta velocidad, el resto de semáforos del tramo se cerrará para impedir que el conductor siga cometiendo esta infracción.

Semáforo con luz roja, amarilla y verde.

Lo que el conductor debe tener en cuenta

Estas señales con sistemas de inteligencia agregados pueden resultar muy útiles para descongestionar el tráfico o para hacer que la circulación sea más eficiente.

Sin embargo, lo que debe quedar claro para el conductor es que la obligatoriedad de cumplir con sus indicaciones será la misma que se si tratase de un modelo convencional. En ningún caso se deben incumplir los mandatos de esta señal ni realizar maniobras que no estén permitidas.

También pueden existir añadidos inteligentes en estas señales como son las emisiones acústicas para guiar a peatones con problemas de visión. No obstante, éstas no influyen en absoluto al conductor, ya que se dirigen únicamente a hacer el tránsito más fácil a determinadas personas.

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Como ves, aunque los semáforos inteligentes cuentan con herramientas para hacer más fluida y eficiente la circulación, no pueden ser tratados como semáforos menos importantes que el resto, puesto que las vías en las que están colocados no dejan de ser las mismas.

Esperamos que te haya gustado este artículo sobre semáforos inteligentes. ¿Sabes? También hay pasos de cebra inteligentes, echa un vistazo a nuestro artículo y aprueba el teórico a la primera.