¿Cómo funciona un radar de velocidad?
Cualquier conductor sabe que no es necesario que haya un agente de tráfico para que su velocidad sea detectada. También sabe que puede recibir una sanción en caso de que ésta sea superior a la permitida en una vía, aunque no haya una autoridad que le pare y le imponga la multa in situ.
Precisamente para que no haga falta un agente que pare a los conductores, existen los radares, que se pueden encontrar en cualquier tipo de carretera. Aunque todos los conductores conocen su existencia, no siempre terminan de comprender su forma de funcionar. Hoy re explicamos cómo funciona un radar de velocidad.
Resumen del contenido:
El efecto Doppler
El extraño nombre del conocido como efecto Doppler es el principio por el cual un radar puede llegar a detectar la velocidad de un coche o de una moto casi sin posibilidades de fallo.
El efecto Doppler hace referencia a una serie de ondas electromagnéticas que se crean entre un objeto cualquiera y un radar. Este efecto es conocido desde mediados del siglo XIX y se aplica en campos tan diversos como la medicina o la astronomía.
En lo que respecta a los vehículos, las ondas traseras que éstos emiten tienen una mayor frecuencia cuanto más alta es la velocidad a la que circulan. Sabiendo la frecuencia concreta que se genera a una velocidad específica, es fácil saber a cuanta velocidad está circulando un vehículo en un momento determinado.
Así, dependiendo del tipo de carretera del que se trate, el radar de tráfico se configura para activarse si detecta ondas que superen la frecuencia máxima que debería registrarse en una vía. Por ejemplo, si se circula por una autovía, el radar estará configurado para permanecer inactivo con las ondas generadas por vehículos que circulen a un máximo de 120 km/h.
De esta forma, cuando el radar detecta que la velocidad se ha superado, entra en acción. Su funcionamiento es muy simple, lo único que hace es tomar una fotografía del vehículo en la que pueda verse su matrícula y en la que se deje claro que la lectura de la velocidad coincide con el momento en el que ha pasado.
Margen de error en los radares de velocidad
Lo cierto es que no hay prácticamente ningún margen de error en esta tecnología. Hay que tener en cuenta que los sistemas radar se han perfeccionado de forma considerable a lo largo de todo el siglo XX y todo el siglo XXI. Los accesorios de medición, su inmediatez y la nitidez con la que las cámaras de los radares pueden tomar fotografías de los infractores son más que suficientes para afirmar que un radar de tráfico casi no se equivoca en sus lecturas.
De esta forma, lo más probable es que un sistema de radar colocado por la DGT no falle en sus mediciones, a pesar de que los usuarios cazados circulando a altas velocidades suelen alegar fallos en la máquina.
Normalmente, los radares están configurados para dar un margen a los conductores, ya que las lecturas pueden ser imprecisas a altas velocidades. Ese margen está entre el 5 y el 10% de la velocidad total de la vía. En cualquier caso, no se debe conducir pensando en este margen. En primer lugar porque rebasar los límites de velocidad en ningún caso es seguro. Y en segundo, porque no se puede saber el margen para cada modelo de radar concreto, por lo que se puede obtener una sanción por un exceso de confianza.