Regulador de velocidad

De todas las ayudas a la conducción, hay una que sirve para controlar mejor la velocidad: el llamado regulador de velocidad, un dispositivo que vamos a explicar a fondo para comprenderlo mejor.

Resumen:

• ¿Qué es el regulador de velocidad?
• Utilidad y desactivación del regulador de velocidad
• Diferencias entre el regulador y el limitador de velocidad

¿Qué es el regulador de velocidad?

El regulador de velocidad se puede definir como un sistema electrónico que permite a los usuarios mantener una velocidad constante durante la marcha sin que haya que activar los pedales de aceleración o frenado. Se conoce comúnmente como velocidad crucero.

Es decir, si, por ejemplo, un conductor selecciona una velocidad de 80 km/h en el regulador, este dispositivo se encargará de forma autónoma de que el coche no vaya ni a una velocidad mayor ni menor, liberando al conductor de cualquier tipo de actividad excepto del control del volante y de los indicadores luminosos.

El regulador se suele mostrar con un testigo luminoso en el panel de control del vehículo. Este testigo, que puede estar en distintos lugares dependiendo de la marca del coche que se conduzca, tiene la forma de un velocímetro con una flecha, por lo que no se puede confundir con ningún otro.

Para accionarlo, los vehículos suelen incorporar un botón especial acompañado de unas flechas para subir o bajar la velocidad de forma automática, ya que todo el proceso de funcionamiento de este sistema está completamente automatizado.

Utilidad y desactivación del regulador de velocidad

El regulador de velocidad es una pieza de lo más útil.

Por ejemplo, en largos viajes en carretera permitirá que los conductores puedan descansar el pie del acelerador, algo que suele resultar tremendamente cómodo cuando se conduce durante horas a la misma velocidad.

Asimismo, este sistema de ayuda a la conducción es muy útil para evitar sobrepasar los límites máximos de velocidad impuestos en las carreteras. De esta forma, su uso es ideal para poder reducir el riesgo de sufrir alguna sanción debido a un despiste.

No obstante, hay momentos en la carretera en los que no es posible mantener una velocidad constante. Para evitar riesgos, el regulador de velocidad dispone de un mecanismo de desactivación muy sencillo. Basta con pulsar el pedal del freno para que este se desactive automáticamente y la conducción vuelva a ser completamente manual.

Diferencias entre el regulador y el limitador de velocidad

El regulador de velocidad, que también se conoce como velocidad de crucero, es confundido en muchas ocasiones con el limitador, siendo dispositivos diferentes.

Como hemos dicho anteriormente, el regulador hace que el coche circule automáticamente a una velocidad determinada. Por su parte, el limitador lo único que asegura es que el coche no supere una velocidad concreta. Es como capar la velocidad del coche. Por ejemplo, se puede situar el limitador a 120 km/h y el vehículo no superará jamás esta velocidad mientras el sistema esté activo, aunque la conducción será completamente manual.