Derivado de turismo: características y restricciones

Los derivados de turismos son de los vehículos más comunes que se pueden encontrar en las carreteras después de los propios turismos sin importar de la clase que estos sean. Son especialmente comunes en las ciudades, zonas en las que los grandes camiones no pueden encargarse del reparto de mercancías.

Justamente lo que hemos dicho sobre los camiones es lo que hace tan interesantes a los derivados de turismos. Estos son modelos que se modifican ligeramente para ganar un gran espacio de carga manteniendo la movilidad que tiene un turismo convencional.

RESUMEN :

Vehículo derivado del turismo

Cómo es un derivado de turismo

Básicamente, estos vehículos son turismos con todas sus características. Tienen el mismo chasis, las mismas prestaciones y, en muchos casos, las mismas unidades de potencia. Lo único que los diferencia es la configuración de su carrocería.

En este sentido, los derivados de turismos eliminan la mitad trasera de lo que entendemos como un coche convencional. En lugar de las puertas traseras y el maletero, estos modelos incluyen un cajón de carga que no es independiente del resto del habitáculo, eliminándose las ventanillas también y dejando un portón trasero que facilita la carga de mercancía.

En el interior se elimina también la fila de asientos traseros para maximizar el espacio disponible. No hay que confundir a los derivados con los vehículos mixtos adaptables. Estos últimos tienen asientos traseros, aunque estos se pueden abatir para dejar más espacio. El derivado no cuenta en ningún caso con estos asientos.

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Restricciones a la circulación

Cabe preguntarse si este tipo de vehículo tiene alguna peculiaridad a la hora de conducir. Lo cierto es que las normas por las que se rigen son muy parecidas a las que tienen los turismos convencionales, aunque sí que hay alguna pequeña diferencia que hay que tener en cuenta.

Para empezar, no es necesario ningún carnet especial para poder conducir este tipo de modelos. Eso siempre que no se transporten materiales peligrosos, algo que podría cambiar la situación y requerir de una licencia especial para cumplir con la normativa.

A esto se une la velocidad. Los derivados de turismo son vehículos a los que se impone una limitación muy leve en este sentido. En las vías rápidas, pueden alcanzar un máximo de 100 km/h mientras que en las convencionales se tendrán que quedar como mucho en 90 km/h.

La última de las condiciones que hacen variar a un derivado de un turismo convencional es el tipo de pruebas a las que se somete en la ITV. Al considerarse como vehículos profesionales para el transporte de mercancías, la inspección técnica es más exhaustiva de lo que será con los modelos normales, algo que los conductores de este tipo de vehículos deberán tener siempre en cuenta para evitar posibles problemas.