Tipos de vehículos eléctricos

Los vehículos eléctricos han pasado en muy poco tiempo de ser una fantasía propia de la ciencia ficción a convertirse en modelos muy comunes en las carreteras de casi todo el mundo. Sin embargo, no existe algo como el vehículo eléctrico genérico, ya que hay muchos tipos disponibles que emplean esta tecnología de formas muy diferentes.

Aquí vamos a repasar los diferentes tipos de vehículos eléctricos que hay en el mercado y que son los más comunes en las carreteras actualmente.

Índice:

• Coche eléctrico de baterías o BEV
• Los modelos EREV
• Los modelos híbridos

Coche eléctrico de baterías o BEV

Si hay que elegir un tipo de vehículo que pueda ser llamado como el coche eléctrico por excelencia, es éste. El motivo es que los modelos que cuentan con la etiqueta BEV son los únicos que hay en el mercado que se alimentan en exclusiva de electricidad.

Los motores de los BEV obtienen toda la energía que necesitan de las baterías que vienen instaladas en el coche, baterías que tienen que ser recargadas conectándose a la corriente eléctrica. Uno de los problemas de este tipo de vehículos ha sido tradicionalmente la autonomía, ya que las baterías no conseguían ofrecer cifras adecuadas.

Sin embargo, en la actualidad hay modelos que superan los 400 km, una cifra que no deja de crecer y que está consiguiendo que estos vehículos alcancen los mayores niveles de rendimiento y aceptación entre el público.

Los modelos EREV

El problema que comentamos al final del anterior apartado, el de la autonomía, se solucionó durante un tiempo implementando un pequeño motor de combustión interna que tenía como único objetivo alimentar a las baterías.

Esto es lo que dio lugar a los modelos EREV, que aunque cada vez se vendan menos, siguen teniendo una importante presencia en las carreteras. Estos vehículos son eléctricos al cien por cien, ya que toda su energía motriz proviene de este tipo de energía.

Sin embargo, las baterías pueden ser recargadas tanto desde la red eléctrica como a través del pequeño motor de combustión. Es más, este motor se activa sin que el conductor tenga que hacer nada, por lo que el funcionamiento del sistema es completamente independiente del usuario.

Los modelos híbridos

La mayor parte de los vehículos eléctricos que hoy se ven en las carreteras pertenecen a este tipo de tecnología. Las ventajas son evidentes, y es que los híbridos pueden funcionar tanto en régimen de combustión interna como con electricidad, lo que hace que su autonomía sea magnífica y su rendimiento óptimo en cualquier tipo de circunstancia.

Los híbridos cuentan con dos motores en su interior. El primero es una unidad de potencia eléctrica alimentada con baterías; el segundo, uno de combustión interna que puede funcionar con gasolina o diésel según el caso.

El usuario es el que puede elegir manualmente qué tipo de energía quiere usar en cada momento para proseguir la marcha. Dentro de los vehículos híbridos hay que destacar dos subtipos:

• El primero es el de los híbridos enchufables, aquellos que pueden recargar sus baterías desde la red de electricidad.
• Los segundos usan la energía del motor de combustión o la generada con las frenadas y con otras acciones para realizar la carga de estas pilas. 

Es importante tener en cuenta que éstos últimos tienen una capacidad eléctrica mucho menor que cualquiera de los otros modelos que hemos mencionado. El motivo es que la alimentación de las baterías depende mucho del uso de la unidad de combustión interna.