¿Cuáles son las características de la zona 30?

En condiciones normales, el límite de velocidad que se impone en carreteras urbanas es de 50 km/h. Sin embargo, hay condiciones especiales de las calles o de las vías que hacen aconsejable reducir un poco más este límite, por lo que surgen las zonas 30 que son de obligado cumplimiento para todos los conductores.

La velocidad de estas vías se impone por parte de los ayuntamientos, aunque cuenta con el respaldo de la DGT siempre que se den las condiciones para ello.

Resumen :

Qué es una zona 30

De forma muy sencilla, es una zona en la que la velocidad estará limitada a un máximo de 30 km/h. Este tipo de restricción no se lleva a cabo por capricho de las autoridades, ya que suele responder a aspectos muy concretos de las zonas en las que se aplica.

Por ejemplo, las áreas de gran afluencia peatonal suelen ser muy dadas a que se reduzca la velocidad de los vehículos a los 30 km/h a los que nos estamos refiriendo. El objetivo que se busca con ello es que el conductor circule a una velocidad lo suficientemente alta para que el tráfico no se sature y tan baja que pueda responder a los imprevistos que puede generar la presencia de peatones.

De la misma forma, también se suele aplicar esta restricción a los alrededores de colegios, institutos y otras instituciones de enseñanza evitando con ello poner en riesgo a los niños y jóvenes, algo que puede suceder especialmente a la salida o entrada del centro. Tampoco se libran de estas restricciones los lugares en los que hay gran paso de ciclistas, algo que se lleva a cabo para conseguir protegerlos dentro del entorno urbano.

Otro motivo de reducir la velocidad a 30 km/h es el de estar circulando por una zona residencial. A esta velocidad, las posibilidades de sufrir un accidente son menores y los niveles de contaminación acústica que se generan son mucho más bajos.

Señal de zona a 30

Hay que tener muy presente que cuando se circula por una zona de este tipo solo se debe alterar la velocidad normal. Es decir, una Zona 30 no cuenta con ninguna limitación adicional a excepción de la del límite de velocidad.

No hay que confundir estas zonas con áreas peatonales. Las zonas 30 siguen siendo carreteras en las que los vehículos y los peatones tendrán que cumplir con las mismas medidas de seguridad que tendrían si se tratase de una vía en la que los coches circularán a 50 km/h.

También es posible aparcar siempre que haya espacio para ello y realizar cualquier otra acción que no esté prohibida expresamente por las señales de tráfico oportunas.

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Sus ventajas

Las zonas 30 han demostrado ser muy ventajosas dentro del entorno urbano. Por un lado, no congestionan el tráfico de forma destacable y sí que inciden notablemente en un descenso de atropellos en aquellas áreas en las que los peatones están presentes de forma destacada.

Asimismo, también se ha demostrado que es un magnífico recurso para reducir la contaminación del aire generada por los motores de combustión de los vehículos y que puede bajar los niveles de contaminación acústica que asolan a muchas áreas de la ciudad. De esta forma, es normal que los ayuntamientos de muchas ciudades creen cada vez más zonas 30, lo que va a cambiar la forma de circular por muchas áreas urbanas.