Los riesgos del efecto túnel durante la conducción
Muchos conductores no lo saben, pero la velocidad afecta terriblemente a la vista del conductor mientras se conduce. A veces provoca lo que se conoce como efecto túnel, una situación que vamos a analizar mucho más a fondo aquí para poder entenderla y darte unos consejos con los que evitar las situaciones de riesgo que vienen aparejada a ella.
Resumen:
¿Qué es el efecto túnel?
Como ya sabes, la velocidad excesiva no es nunca una buena compañera de viaje en la carretera. Sabrás que aumenta la distancia de frenado y que multiplica el riesgo de sufrir un accidente. Sin embargo, lo que puede que no conozcas es la capacidad que tiene para hacer que tu ángulo de visión sobre la carretera se reduzca de forma considerable, es lo que se conoce como efecto túnel.
Cuando se circula a altas velocidades, el campo de visión periférica disminuye de forma notable. Ten en cuenta que nuestros ojos nos están hechos para ver las cosas a grandes velocidades, velocidades que podemos alcanzar gracias a la tecnología, pero no a nuestra naturaleza. Por eso mismo, perdemos vista cuando circulamos a altas velocidades.
La DGT insiste bastante en avisar de los efectos perjudiciales que tiene el efecto túnel y en recomendar a los conductores que eviten por todos los medios caer en él.
La pérdida de visión con el efecto túnel
Para que lo que estamos diciendo no se quede solamente en palabras, vamos a ver algunos ejemplos de cómo disminuye la vista con el efecto túnel en relación con la velocidad a la que puedas ir conduciendo tu coche.
Para empezar, ten en cuenta que circulando a 65 km/h cuentas con un ángulo de visión de 70 grados. Este es bastante amplio e incluso puede ser superior si se disminuye la velocidad más. Sin embargo, no es necesario, ya que la amplitud de la visión permite controlar el entorno del vehículo de forma segura.
Si subes la velocidad de tu coche a los 100 km/h, tu ángulo de visión descenderá a 42 grados. Todo lo que quede fuera de ese espacio será como si no existiera. Detectar ese entorno para tomar decisiones y hacer cualquier tipo de maniobra que sea de emergencia para evitar un accidente es mucho más difícil.
El último ejemplo que vamos a ponerte es el de conducir por encima de los límites permitidos. Si alcanzas los 150 km/h, tu ángulo de visión sobre la carretera será de tan solo 18 grados. Sí, es una cifra realmente pequeña que deja todo el entorno prácticamente fuera, por lo que los riesgos de que se produzca un contratiempo al que no puedas responder son muy altos.
Evitar los riesgos del efecto túnel
Como es evidente, solo hay una forma de evitar que el efecto túnel se convierta en algo muy peligroso: disminuir la velocidad.
Lo que queremos decirte aquí es que mantengas siempre la marcha del coche dentro de los límites marcados en cualquier vía. Es lo mismo que recomienda la DGT.
Para plantear los límites de velocidad que te encuentras en las carreteras se han estudiado las condiciones del entorno pensando también en el efecto túnel, por lo que debes entender las limitaciones de velocidad más como un consejo para ir seguro que como una prohibición.
No olvides que el efecto túnel puede ser aún más peligroso si padeces patologías de la vista como el glaucoma y otras similares, situaciones en las que tienes que poner aún más atención de la normal para evitar riesgos.