Las luces de emergencia son de las que más dudas causan en los conductores noveles y veteranos. El uso de este alumbrado suele hacerse de forma errónea, algo que está sujeto a posibles sanciones por parte de las autoridades de tráfico.

Por expresarlo de forma resumida y rápida, estas luces solo deben usarse cuando hay que hacer visible al vehículo para advertir que existe un peligro derivado de cualquier circunstancia. Así, vamos a conocerlas con más profundidad.

Resumen :

¿Qué son las luces de emergencia?

En la zona del salpicadero de cualquier vehículo, habrá siempre un botón de considerable tamaño con un triángulo en su interior. Este es el interruptor que sirve para activar este sistema de emergencia y se encuentra alejado del resto de controles de las luces en los vehículos.

Botón de luces de emergencia

Al pulsar dicho botón, los cuatro indicadores de dirección, el número será mayor dependiendo del vehículo que se conduzca, se activarán al mismo tiempo y parpadearán a la vez. De esta forma, cualquier conductor que vea la señal sabrá que existe algún riesgo generado por la situación del coche que ha activado estas luces.

Salta a la vista que las de emergencia son luces que no se pueden confundir de ninguna forma con cualquier otra de las que forman el sistema de alumbrado. No hay parecido alguno entre otras señales luminosas y la que emiten al mismo tiempo todos los intermitentes del coche, por lo que no suelen confundirse.

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Situaciones en las que usar estas luces

Lo que sí que genera bastantes dudas es saber cuándo y en qué circunstancias se deben activar estos testigos luminosos. Son muchos los conductores que lo hacen en situaciones como aparcar en doble fila o realizar una parada por cualquier motivo que no sea una emergencia.

En cualquiera de los casos anteriores, las luces estarán mal usadas y, dependiendo de la acción, el conductor se arriesga a ser objeto de una sanción siempre que las leyes de tráfico así lo recojan.

Luces de emergencia.

Las de emergencia son luces que están pensadas únicamente para avisar al resto de conductores cualquier situación especial que suponga un riesgo temporal. Aquí se pueden incluir cosas tan diversas como la avería del vehículo que se conduce, síntomas incompatibles con la conducción como los mareos o un ataque de tos o cualquier otra situación similar.

Al margen de lo anterior, solo hay un caso en el que la propia DGT recomienda el uso de estas luces. Esta es cuando se encuentran detenciones en vías que permiten circular a altas velocidades. Es decir, el conductor que circule por una autovía o autopista y, de buenas a primeras, tope con una detención, deberá hacer uso de las luces de emergencia.

El motivo es que, encendiendo estos testigos, los conductores que circulen por detrás sabrán que existe una situación de riesgo y podrán aminorar la marcha para adaptarse a las necesidades del momento evitando posibles accidentes.

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