Saber todo sobre el efecto pantalla
El viento es uno de los grandes enemigos de cualquier conductor. Cuando sopla con intensidad y se circula a grandes velocidades, el viento es capaz de desplazar fácilmente un coche. Para evitarlo, el conductor se ve obligado a equilibrar la marcha y tener mayor precaución a la hora de conducir.
Pero esto puede complicarse si nos encontramos con el llamado efecto pantalla. En este caso, los conductores se arriesgan a un movimiento más violento del coche al intentar realizar un adelantamiento cuando el viento sopla fuerte.
RESUMEN :
¿Cómo se produce el efecto pantalla?
Cuando se circula con viento lateral, lo normal es girar ligeramente el volante en el sentido contrario al del viento para equilibrar la marcha e impedir que el viento desplace el vehículo. Esto es algo que cualquier conductor sabe, y que incluso se puede llegar a hacer de forma automática, ya que, conduciendo, resulta evidente el desplazamiento que realiza el viento.
Pero el efecto pantalla se produce cuando el viento azota lateralmente al vehículo. Ahora hay que pensar qué sucedería si se realiza un adelantamiento a un vehículo de grandes dimensiones como, por ejemplo, un camión. En este caso, el vehículo quedaría completamente libre del viento debido a que el de grandes dimensiones ejerce como una pantalla protectora contra el viento.
Así, en cuanto se entra en el campo lateral del vehículo al que se va a adelantar, el viento deja de ejercer su fuerza y su desplazamiento. Si se tenía ya el volante ligeramente girado hacia la posición contraria a la del viento, es posible que, al desaparecer este de golpe, el vehículo gire en dirección al que se va a adelantar. Así, se crea una situación de riesgo que puede terminar sin duda en una colisión.
Este es el conocido como efecto pantalla. Los riesgos existen en cualquier punto de la carretera en el que sople el viento, aunque su peligrosidad aumenta considerablemente en espacios como los grandes puentes o la salida de los túneles.
¿Qué hacer ante el efecto pantalla?
Salta a la vista que los riesgos son considerables al quedar expuestos al efecto pantalla del que hemos hablado. Si no se toman las precauciones necesarias, la posibilidad de golpear a grandes velocidades al vehículo al que se va a adelantar es considerable.
Lo más importante al respecto es conocer la existencia de este efecto, algo que ya hemos explicado antes. Así, antes de adelantar a un vehículo de grandes dimensiones, como por ejemplo un camión o un autobús, es importante comprender los riesgos. También se debe analizar la situación para saber si hay rachas de viento fuertes que puedan afectar a las condiciones de la conducción.
Si las hay, es fácil saber qué hacer para anticiparse a los riesgos generados por el efecto pantalla. Lo primero que hay que hacer es redirigir el volante a su posición normal justo en el momento en el que se vaya a llevar a cabo el adelantamiento.
Una vez completado este, hay que saber que el viento volverá a golpear al coche en cuanto se rebase al vehículo de grandes dimensiones. De esta forma, hay que estar preparado para ello y evitar que el vehículo se desplace lateralmente, con los riesgos que esto puede provocar.