En los modelos convencionales, las lámparas que se han empleado siempre y que aún se utilizan son las halógenas. Estas cuentan con un filamento metálico, que se ilumina y que ofrece una vida útil corta en comparación con otros sistemas más modernos.

Uno de estos sistemas es el de los faros de xenón. Estos se presentaron como una nueva forma de iluminar la vía consiguiendo unos resultados óptimos en muchos aspectos como la potencia y claridad del haz de luz y en la vida útil de sus componentes, por lo que aún son la elección de muchos conductores.

RESUMEN :

Conductor limpiando los faros de su coche

Cómo funcionan

La lámpara, componente que diferencia a los faros de xenón de cualquier otro sistema de iluminación, no cuenta con filamento metálico alguno. Al contrario, en su interior solo es posible ver un arco eléctrico pensado para generar la chispa necesaria para encender el sistema.

El interior de la lámpara está lleno de gas xenón a altas presiones y de otros componentes gasificados también que son los que reaccionan cuando se produce la chispa eléctrica que antes hemos citado.

Al no haber componentes de desgaste, como el filamento metálico de los faros halógenos, los modelos xenón consiguen una mayor vida útil, ya que su desgaste es mínimo por mucho que se usen. Pero las características positivas de estos faros van mucho más allá de ofrecer bastante tiempo de funcionamiento.

La luz que emite el xenón al interactuar con la electricidad es de una claridad extraordinaria, algo que los conductores agradecen en la carretera incluso en las condiciones más oscuras. Asimismo, la potencia también se eleva sin necesidad de que haya que hacer un consumo de energía más elevado, por lo que la eficiencia es también una de las claves de este tipo de faros.

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Xenón o LED

Aunque aún muchos modelos, especialmente los de gama baja, siguen incorporando faros halógenos, la discusión para muchos de los que buscan lo mejor en iluminación para vehículos se centra hoy en elegir entre faros xenón o LED.

Los LED tienen la capacidad de ofrecer todas las ventajas de los de xenón, ya que eliminan por completo el filamento metálico que se desgasta en los halógenos. En comparación con los xenón, esta tecnología es mucho más reciente y mejor.

El LED consigue ofrecer una potencia en el haz de luz que se escapa a la mayoría de los faros que se comercializan en la actualidad. En vida útil también superan en prácticamente todos los casos a cualquier modelo de xenón, y es que, en estos, el gas o el arco eléctrico pueden llegar a degradarse.

Y el precio es aquí también un motivo para el LED. Normalmente, este tipo de tecnología es mucho más económica para las lámparas de coches, más si se tiene en cuenta que estamos hablando de un tipo de faro que habrá que sustituir al cabo de muchos años de uso, por lo que se pueden amortizar con bastante seguridad.