Los niveles autorizados de contaminación del coche en la ITV

La conocida como prueba de los gases que se lleva a cabo en la ITV está pensada para determinar el grado de contaminación que emite un vehículo durante la marcha. Este es uno de los principales motivos de la emisión de calificaciones desfavorables en la inspección técnica de vehículos.

El estado de la mecánica y otros muchos factores pueden hacer que los vehículos vean alterados los niveles normales de emisiones. Esto es lo que comprueba la prueba que se aplica en las estaciones de la ITV y que vamos a conocer con mayor detalle.

RESUMEN :

Vehículos contaminando en la carretera

Los niveles estándar de contaminación

Según datos ofrecidos por la propia ITV, los niveles de emisión de los vehículos son de 0,7 para coches diésel que cuenten con la norma Euro 6 y de 1,5 para los que cumplan con la Euro 4 y Euro 5. Los de gasolina tienen límites similares, aunque siempre va a depender del modelo concreto.

Es más, normalmente, el fabricante del vehículo añadirá a la información técnica de cualquier modelo un documento en el certifica cuál es la emisión normal de gases de dicho modelo. Si los encargados de la ITV comprueban que los niveles se superan, su diagnóstico será desfavorable y te tocará volver a pasar la revisión previo paso por el taller de turno para que solucionen el problema.

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Por qué se produce este problema

Hay muchos usuarios que no comprenden cómo los niveles de emisión de gases se pueden ver alterados. Es más, este suele ser un problema silencioso, ya que el conductor no tiene que notar en absoluto nada en la mayoría de los casos.

Una de las razones más comunes es que haya una avería oculta en el motor que esté haciendo que la combustión de la gasolina o el diésel sea ineficiente y que, por lo tanto, aumente las partículas que el vehículo emite. Tampoco es nada raro que el problema se encuentre en el tubo de escape o en los filtros que hay entre el motor y la salida de los gases, por lo que estas son las zonas que primero hay que revisar para descartar problemas de cualquier clase.

Otra causa puede estar más en las condiciones puntuales del coche que en su mecánica. Muchas veces, los coches diésel que hacen trayectos cortos llenan de carbonilla sus filtros arrojando mayores niveles de contaminación. La solución a este problema es tan sencilla como circular durante un buen rato con el motor bien revolucionado para que la propia expulsión de los gases vaya eliminando por sí misma la suciedad que se haya acumulado.