Los vehículos que funcionan con biodiésel como combustible

El biodiésel es un combustible que se conoce perfectamente desde hace bastante tiempo, aunque su uso generalizado en motores de combustión interna para vehículos personales no creció de forma importante hasta principios del siglo XXI.

Los usuarios de motores diésel deben saber que el biodiésel es una alternativa a su combustible convencional, ya que su motor debería poder aceptar este tipo de líquido sin ningún tipo de modificación ni preparación especial.

Resumen :

De dónde procede el biodiésel

Lo que se conoce con este nombre es una solución procedente de diversos aceites vegetales y grasas animales con o sin uso previo. Es decir, este combustible se obtiene de la refinación de plantas y otros productos procedentes de los animales, lo que ha hecho a muchos creer que se trata de una alternativa sostenible a los combustibles de origen fósil.

Pero lo cierto es que no es así. Aun en el caso de reducir algo las emisiones, el impacto que el biodiésel tiene en las zonas en las que se cultivan plantas para su producción se traduce en mayores tasas de deforestación y otros problemas similares, por lo que no podemos hablar de un combustible ecológico en ningún caso.

Para producirlo se emplean diferentes sistemas como el uso de enzimas lipasas o el empleo de microondas que consiguen que las grasas vegetales y animales consigan obtener las propiedades que un motor diésel requiere para poder generar la energía que mueva al vehículo en el que está instalado.

Biodiésel

Cómo funciona

Como ya se ha apuntado, los coches y otros vehículos que cuenten con una unidad de potencia preparada para el diésel no deberían tener ningún problema para usar este otro combustible ni someterse a ningún cambio para ello, ya que las propiedades del biodiésel son prácticamente idénticas a las del diésel de origen fósil.

De ahí que los vehículos en los que se pueda usar no presenten ningún depósito suplementario ni tengan dos bocas para repostar el combustible, ya que este va siempre directo al mismo tanque.

Eso sí, el combustible en sí mismo sí que tiene algunas diferencias en cuanto a sus características. El diésel obtenido de plantas es más denso que el normal y cuenta con una serie de propiedades que lo hacen poco adecuado para combinarse con elementos como el caucho y otro, algo que los conductores deben tener en cuenta.

Con todo, no debería haber ningún problema a la hora de usar este tipo de combustible con motores diésel, ya que, como hemos repetido, sus condiciones son prácticamente idénticas siendo el motor capaz de hacer correctamente la combustión con ambos sin el menor problema.

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Problemas

Durante el siglo XX, la búsqueda de alternativas sostenibles a los combustibles fósiles presentó al biodiésel como uno de los más firmes candidatos a conseguir un puesto de privilegio en esta carrera. Si bien es cierto que el biodiésel puede producirse de forma indefinida mediante cultivos, lo que eliminaría el problema del agotamiento de los recursos que padecen los combustibles fósiles, este es su principal problema también.

Lo cierto es que los coches alimentados con esta versión de combustible pueden emitir menos partículas contaminantes que los que usan el diésel común. Ahora bien, la deforestación de grandes zonas vírgenes para hacer plantaciones destinadas a la obtención de biodiésel se ha convertido en un problema medioambiental que acaba con cualquier ventaja que este combustible pueda tener.