Todo sobre los avisadores de radar

El avisador de radar es un dispositivo que tiene bastante uso entre los usuarios. Se trata de un sistema que avisa a los conductores de la presencia de radares fijos, los que están señalizados por la DGT y cuya ubicación se puede obtener en la base de datos de tráfico.

No debe confundirse este sistema con los inhibidores ni con los rastreadores, dos sistemas que sí que están prohibidos en las carreteras nacionales.

RESUMEN :

Dispositivo GPS que avisa de los radares

¿Qué es un avisador de radar?

Un avisador de radar es un sistema muy sencillo que no ejerce ninguna acción sobre la acción del conductor. Lo único que hace este dispositivo es una actualización de la situación de los radares fijos instalados en la carretera, y para ello se sirve de los datos ofrecidos por la propia DGT.

Este es el mismo sistema que utilizan apps como Google Maps y otras dedicadas a la navegación GPS. Se trata de aplicaciones cotidianas para muchas de las personas que circulan normalmente por las carreteras de todo el país.

Hay que tener muy claro lo que hemos explicado: el avisador solo emite una señal ante la presencia de los radares fijos que la DGT hace públicos. No se trata de un dispositivo que burle los sistemas de control que los agentes de tráfico dispongan en cualquier vía.

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Las diferencias entre un avisador de radar, un inhibidor y un detector

Ya hemos explicado antes en profundidad qué hace un avisador de radar. Como dijimos, su uso es completamente legal, ya que la información que ofrece está publicada por las propias autoridades de tráfico.

Ahora bien, los inhibidores y los detectores son otra cosa. Estos últimos se encargan de hacer barridos de frecuencia en la carretera en busca de posibles controles de velocidad que se realicen de forma oculta o en incógnito. Debido a ello, son fraudulentos, ya que impiden la correcta vigilancia de los agentes.

El caso de los inhibidores es aún más evidente. Si el detector descubre radares ocultos, emite una señal para que el conductor frene. En el caso de los sistemas de inhibición, estos directamente hacen imposible el uso de los radares.  Anulan su funcionamiento haciendo invisible al vehículo que lleve implementado el sistema y, por lo tanto, resulta imposible detectar a un posible infractor.

Por ello, el uso tanto de detectores como de inhibidores está completamente prohibido y puede ser una práctica sancionada con hasta 6000 euros y con la retirada de 6 puntos del carnet de conducir.