Las diferencias entre el diésel y la gasolina

La inmensa mayoría de los vehículos que circulan por las carreteras de cualquier país se alimentan a través de gasolina o de diésel. Ambos combustibles tienen un origen común, el petróleo, pero se obtienen a través de técnicas diferentes.

Es más, sus propiedades tampoco son las mismas, por lo que los motores que se alimentan de uno u otro combustible no deben recibir en ningún caso el que no le corresponda, algo que puede traducirse en averías de suma importancia.

Resumen:

Procesos de obtención

El petróleo crudo es un producto del que se sacan una inmensa variedad de compuestos que todos usamos en el día a día. En las primeras fases de su refinado se obtienen disolventes industriales y en las últimas aceites lubricantes con un alto punto de ebullición para resistir a situaciones extremas.

A mitad de este proceso de refinado es cuando se obtienen combustibles como las gasolinas o el diésel, pero también el queroseno tan empleado en la industria aérea. El proceso de refinamiento tiene que ir fase por fase separando los compuestos que dependerán del número de carbonos presentes en sus moléculas.

La primera que se obtiene para lo que aquí nos interesa es la gasolina que tiene un tacto más ligero que el diésel. Si se sigue refinando el petróleo, lo que se obtendrá será el diésel de uso comercial que podemos encontrar en las gasolineras a las que acudimos de forma habitual para repostar el tanque de combustible.

Surtidor de diésel

Diferencias del motor

Se podría pensar que los motores en ambos casos son similares al tratarse de unidades alimentadas con productos derivados del petróleo. Pero lo cierto es que son muy distintas, algo que se debe especialmente al sistema de combustión que emplean y que se derivan de las propiedades de cada carburante.

Por un lado, los motores de gasolina emplean un clásico sistema de chispa que se encarga de detonar el combustible. En cuanto a los diésel, esta tarea la realizan por la temperatura que alcanza el aire en el interior de los cilindros.

Esto es lo que hace que ambos tipos de motores sean completamente diferentes contando con mecánicas particulares que siempre deben ser mantenidas por expertos que no confundan las condiciones de unos con las de otros.

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¿Hay riesgo a la hora de equivocarse de combustible?

Sí que lo hay, aunque no es lo mismo echar gasolina a un diésel que gasóleo a un motor de gasolina. En el caso de que se produzca una equivocación con la manguera del suministro estando conduciendo un coche diésel y llenando el depósito con gasolina, el coche posiblemente arrancará y circulará, pero lo hará emitiendo una serie de ruidos que se deberían advertir.

Lo que hay que hacer en este caso es detener la marcha cuanto antes y avisar a la asistencia en carretera, ya que las explosiones pueden estar dañando partes internas del motor de una forma seria.

En el caso contrario, si echas diésel a un motor de gasolina, puede que ni se produzca el encendido, ya que la chispa de la bujía no es capaz de alcanzar las temperaturas necesarias para detonar el diésel. Eso sí, los daños pueden ser muy serios, por lo que hay que avisar a algún experto rápidamente que proceda al vaciado del depósito y a su limpieza.

Surtidor de gasolina