Los cambios de marchas solo afectan a los coches que tienen cambio manual, por lo que para éstos es fundamental que el conductor sepa lo que tiene que hacer para no llevar a cabo una conducción que termine por degenerar la mecánica del vehículo o que se convierta en ineficiente desde el punto de vista del gasto de combustible.

Para ello, es fundamental saber los rangos de revoluciones de cada vehículo y controlar algunos aspectos de la conducción que vamos a tener en cuenta a continuación.

Índice:

Palanca de caja de cambios manual

La diferencia entre los motores diésel y de gasolina

Aunque en apariencia tanto los vehículos diésel como los de gasolina funcionan de forma similar y, además, ambos cuentan con cambios manuales en la mayoría de casos, lo cierto es que los cambios de marchas se deben realizar de forma diferente.

El motivo es que las unidades de potencia que se alimentan mediante diésel tienen un funcionamiento que implica una menor cantidad de revoluciones. La mecánica está completamente adaptada a esto, por lo que sobrerevolucionar el motor solo puede producir averías de diferente importancia y otros problemas, como un consumo excesivo de combustible.

Es por ello que hay que saber cuándo hay que cambiar de marcha en cada modelo, algo que viene dado sin ninguna duda por aspectos como el número de revoluciones.

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¿Cuándo subir de marcha?

Como ya hemos apuntado, cada tipo de motor tiene un funcionamiento diferente en lo que se refiere a las revoluciones.

En los motores diésel habrá que hacer el cambio cuando éste se encuentre en un rango de entre 1500 y 2000 revoluciones. Este es el momento en el que habrá que subir de marcha si no queremos caer en una conducción ineficiente desde cualquier punto de vista.

En el caso de los motores de gasolina, la marcha tendrá que subir cuando nos encontremos entre las 2000 y las 2500 rpm.

Solo en casos muy determinados se puede obviar este rango si lo que se busca es conducir de una forma eficiente en la que se reduzcan las emisiones y en la que el gasto de combustible no sea excesivo.

Esto para subir, ya que el caso en el que haya que bajar de marcha también viene dado por las revoluciones. Lo normal es que el cambio a una marcha menor venga dado por el mismo rango de revoluciones por minuto que antes vimos. De esta forma, por debajo de las 1000 habrá que hacerlo en los motores diésel y, en el caso de los de gasolina, habrá que hacerlo cuando el motor caiga por debajo de las 1500.

El motor

Motivos para mantener controladas las revoluciones del motor

Cambiar de marcha tiene el objetivo de mantener el funcionamiento del vehículo dentro de unos parámetros normales. Esto es lo que se controla con las revoluciones por minuto, por lo que es importante saber cómo afectan éstas.

Si caen por debajo de los límites inferiores, el coche quedará sin potencia alguna e incluso puede que se produzca el apagado del motor, algo que es bastante común en los vehículos de gasolina. Por el contrario, conducir con un motor muy revolucionado por no cambiar de marcha es algo que conlleva un excesivo gasto de combustible, unos mayores niveles de contaminación y, por último, el desgaste de la mecánica del coche con la posibilidad de aparición de averías.

En definitiva, es importante cambiar de marcha en consonancia con las revoluciones del motor siempre que sea posible.