Decir que la acera de la calle es un espacio reservado para los peatones parece una obviedad, pero, visto el comportamiento de muchos conductores, no lo es tanto. Es más, son muchos los que tienen dudas sobre si se puede aparcar en estos lugares, realizar paradas o llevar a cabo cualquier otro tipo de maniobra.

Por todo ello, conviene tener claro qué es una acera y cuáles son las limitaciones que se imponen a los vehículos a la hora de usarse.

Resumen:

Acera con peatones

¿Qué es una acera?

La acera se va a definir siempre como un espacio que colinda con una vía cercana y que está diferenciada de la misma de varias formas.

En primer lugar, se encontrará pavimentada y no continuará con el asfalto sobre el que circulan los vehículos.

Además, la acera siempre se va a encontrar elevada de la calzada. No mucho, ya que basta con unos 20 cm para que el espacio quede completamente delimitado y los vehículo no puedan invadir el espacio de la acera por un descuido que haga invadir la misma. En caso de que esto último se produjera, el bordillo pegaría con la rueda, por lo que cualquier invasión de la acera tiene que ser voluntaria.

Asimismo, la acera tiene que tener una anchura suficiente para que se pueda circular a pie por ella con comodidad. Lo normal es que estos espacios cuenten con, al menos, 150 cm de ancho. No obstante, esto depende en muchos casos del espacio con el que se cuente, ya que hay lugares, como los centros históricos de las ciudades, en los que no se pueden conseguir estas dimensiones.

Además, la acera debe permitir que personas con problemas de movilidad, como las que van en sillas de ruedas, puedan usarla con seguridad. Por ello, también es importante contar con puntos que rebajan la altura de la acera y sitúan a esta a pie de asfalto en espacios como los pasos de cebra o los semáforos.

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Vehículos en la acera

A la hora de hablar de vehículos en la acera, hay que tener en cuenta varios aspectos.

Para empezar, el Reglamento de los conductores señala que de ninguna forma se puede circular por ellas, ya que esto pondría en riesgo a los peatones que siempre son más vulnerables que los vehículos.

Pero, ¿se puede estacionar? Este es un caso que crea un buen número de problemas y controversias por algo que vamos a ver a continuación. El mismo reglamento que hemos señalado antes especifica que no se puede llevar a cabo ninguna maniobra de estacionamiento sobre las aceras. Ahora bien, también señala que la decisión última sobre esto depende en gran medida de los órganos de gobierno de cada municipio, por lo que un ayuntamiento podría alterar esta norma si lo considerara oportuno.

En términos generales, no se puede aparcar en la acera y no son muchos los ayuntamientos que estén dispuestos siquiera a valorar dicha posibilidad. No obstante, siempre puede suceder que haya uno que sí lo haga, por lo que conviene conocer bien las normas de cada localidad antes de llevar a cabo una maniobra como esta.

Otro punto de controversia es el de la circulación de las bicis por las aceras. Éstas son vehículos y, por lo tanto, las bicicletas tienen prohibido moverse por las aceras teniendo que limitarse al asfalto o al carril bici en caso de existir.