De todos los elementos que se encuentran en el puesto de conducción de un vehículo, el pedal del acelerador es uno de los más empleados en cualquier recorrido. Activarlo con mayor o menor intensidad hará que el vehículo pueda ir más rápido o más lento.

Esto es algo que cualquier conductor sabe, pero quizás no conozca tan bien cuál es la tecnología que se esconde tras este pedal, algo que conviene conocer a fondo para evitar problemas durante la marcha.

Resumen:

La disposición del acelerador

De los tres pedales que se encuentran en el puesto de conducción, el acelerador va a ocupar normalmente el lugar más a la derecha. Además de este lugar, hay otras peculiaridades en el pedal del que estamos hablando que a lo mejor te han pasado desapercibidos.

Por ejemplo, el acelerador se encuentra unos centímetros más bajo que el freno y que el embrague. Esto tiene varias causas que pasan tanto por la comodidad en su uso como por la seguridad que las marcas quieren ofrecer a los conductores.

En lo que se refiere al confort, el pedal del acelerador está más bajo porque esta disposición ha demostrado ser más ergonómica que la del resto de pedales. Ten en cuenta que el acelerador, especialmente en viajes de larga distancia, se tiene que usar durante mucho tiempo de forma ininterrumpida, por lo que las marcas constructoras han buscado soluciones para que esta acción resulte lo más cómoda posible.

En cuanto a la seguridad, la idea de colocar más bajo el acelerador tiene como base el intento de impedir que el conductor pueda activar a la vez el acelerador y el freno en un momento en el que tenga que hacer una maniobra de emergencia. Al situarse a diferentes alturas, el contacto accidental con los dos pedales es más complejo y, en caso de producirse, primará la acción sobre el freno y no sobre el acelerador.

El pedal del acelerador.

Cómo funciona el pedal del acelerador

Realmente, el funcionamiento de este pedal es muy sencillo. Lo que se controla con él es la cantidad de combustible que entra en el motor, lo que se traduce en potencia y velocidad dependiendo de la marcha que se encuentre embragada en un momento determinado.

El pedal del acelerador se encuentra conectado de forma directa con la bomba de combustible a través de ciertos mecanismos intermedios que no es necesario conocer a fondo. Así, se puede interpretar que este pedal controla realmente esa bomba de inyección permitiendo al conductor graduar la cantidad de combustible que se utiliza en la mezcla y, por lo tanto, consiguiendo un rendimiento más potente y veloz en función de las necesidades.

Si el acelerador no estuviera presente, el motor funcionaría siempre a la misma potencia, algo que sucedía en los primeros modelos históricos de vehículos, pero que fue rápidamente dejado de lado por las evidentes limitaciones que impone a la circulación en cualquier contexto.

De esta forma, el acelerador se presenta como una de las piezas más usadas del vehículo. Es cierto que algunos modelos modernos cuentan ya con dispositivos electrónicos de mantenimiento de la velocidad para que los conductores no tengan que pisar continuamente el acelerador, algo muy útil cuando se están haciendo viajes de larga distancia o se conduce a velocidad constante durante mucho tiempo. Sin embargo, la función del pedal de acelerador sigue siendo fundamental para una conducción regular en la que la seguridad tenga un papel también importante.

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