¿Cómo se cambia una llanta?
El conjunto de piezas que forman la rueda de un coche, una moto o cualquier otro vehículo tiene en la llanta a una de sus partes fundamentales. Esta pieza redonda y metálica tiene varias misiones por cumplir como impedir que el neumático pierda su forma esférica durante el tránsito y también se encarga de unir el conjunto de la rueda al conjunto del vehículo.
De estas funciones se deriva la necesidad de que sea una pieza fuerte y resistente capaz de recibir impactos o cualquier otro tipo de agresión sin llegar a deformarse, por lo que es importante, en caso de tener que sustituirlas, elegir modelos con buenas prestaciones y completamente homologados.
Resumen :
Detalles importantes de la llanta
Ya sea en una motocicleta, un camión o un turismo, las llantas siempre tienen como objetivo mantener la forma esférica del neumático y darles soporte para que no pierdan su circunferencia. Esto permite montar neumáticos más ligeros y flexibles que no tengan que mantener su rigidez por medio de sus componentes.
La llanta, además, debe estar hecha por materiales de alta resistencia. Es por ello que se suelen elegir casi siempre aleaciones metálicas que proporcionen tanta resistencia a agresiones como los impactos como ligereza para que el vehículo no tenga que soportar un peso excesivo durante la marcha.
Claro que no todas las llantas son iguales. Al contrario, cada tipo de vehículo necesita de una llanta específica que cuente con las dimensiones adecuadas para su marcha. Es más, cambiar las llantas de un vehículo por unas de mayor o menor diámetro es algo que afectará a detalles como la seguridad en la conducción, el consumo de combustible o el desgaste y vida útil de los propios neumáticos.
Otro detalle importante de esta pieza es el sistema de anclaje que emplee. En este caso, siempre hay que buscar las homologaciones oportunas si se van a realizar cambios de llanta, ya que unas que no estén certificadas para su uso serán inseguras desde cualquier punto de vista.
Cambiar la llanta
Pese a su resistencia y durabilidad, la llanta puede deformarse y tener que ser sustituida. Esto puede deberse en la mayoría de los casos a impactos laterales. Es importante tener en cuenta que cualquier pequeña deformación de la llanta puede afectar directamente al neumático y, por lo tanto, a la marcha del vehículo convirtiéndola en una tarea insegura.
Pero la mayoría de las veces que es necesario cambiar la llanta se deben a problemas con el neumático. Sí, ante un pinchazo bastaría con cambiar esta parte de la rueda, pero para ello es necesario una tarea que requiere de manos y maquinaria experta.
Por ello, ante un pinchazo o un reventón durante la marcha, el sistema más popular se encuentra en cambiar la rueda entera, lo que incluye a los anclajes de la llanta con el resto del vehículo. El sistema de anclaje suele estar compuesto por una serie de tuercas que se manipulan fácilmente desde el exterior. Lo normal es que cada vehículo cuente con las herramientas necesarias para llevar a cabo esta acción, aunque nunca está de más asegurarse de que se cuentan con ellas.
Un último consejo que es importante tener en cuenta para evitar problemas con las llantas pasa por su mantenimiento. Aunque a veces se olvide, la llanta necesita un lavado con productos adecuados, ya que acumula una gran suciedad debido a la cercanía de los frenos y a su rozamiento.