¿Qué es realmente el detector de fatiga del coche?

La tecnología más actual se ha puesto al servicio de los conductores para aumentar los niveles de seguridad en la carretera. Uno de los mejores ejemplos se encuentra en el detector de fatiga, un dispositivo que es capaz de advertir al conductor cuando éste muestra síntomas de cansancio.

El detector de fatiga es capaz incluso de adelantarse a las propias sensaciones del conductor, y es que el sistema analiza una serie muy amplia de variables cuyo conocimiento puede suponer la diferencia entre un accidente y un viaje seguro.

Resumen :

Conductor con fatiga.

¿Qué es?

El detector de fatiga parte de una idea bastante antigua, y es que ya había modelos en los años 80 del pasado siglo que tenían dispositivos de este tipo, aunque muy rudimentarios en comparación con los actuales.

Los detectores más avanzados se componen de un sistema de sensores, cámaras y de un ordenador central que procesa toda la información que las anteriores piezas recogen. El resultado de todo ello es que, en muy poco tiempo, el coche conocerá perfectamente los patrones de comportamiento del conductor adelantándose a ellos.

Cuando estos no se produzcan y se realicen acciones extrañas como una mayor lentitud en la toma de decisiones o un mayor número de correcciones de la marcha, el sistema alertará al conductor de que puede estar bajo los efectos de la fatiga.

Lo mismo sucederá si el vehículo conoce que el conductor lleva más de dos horas al volante de forma ininterrumpida. En este caso, el sistema aconsejará la detención y el descanso oportuno para que el conductor sepa cuál es la mejor decisión que puede tomar en ese momento.

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¿Cómo actúa?

Como ya anticipamos antes, la información se recoge a través de una serie de sensores, aunque no todos los sistemas de detección de fatiga son similares. Los más convencionales solo analizan la información tomada por las cámaras delanteras del coche y por los gestos de conducción más habituales como el tiempo de reacción o la manipulación del volante y de los pedales.

Por el contrario, hay sistemas muy avanzados que incorporan a todo lo anterior un sistema de detección de síntomas faciales para hacer una valoración más precisa. Un número variable de cámaras se encargan de analizar continuamente los gestos del conductor para advertir pequeños detalles como el grado de apertura de los ojos o la inclinación de la cabeza.

Estos dos últimos rasgos son fundamentales para advertir la fatiga, y es que son de los primeros que se producen aun cuando el conductor no ha tomado conciencia de que está bajo los efectos del cansancio.

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Conducir con fatiga

La utilidad de estos sistemas es muy alta. No hay que olvidar que la fatiga es uno de los grandes enemigos de los conductores, y es que sus síntomas pueden equipararse a haber bebido una cantidad considerable de alcohol.

De esta forma, conducir bajo los efectos de la fatiga puede terminar provocando accidentes debido a la somnolencia, la falta de reflejos o la mala concentración que terminará en una toma de decisiones poco correcta, algo muy peligroso en la carretera.

Por todo ello, el detector de fatiga se ha convertido en uno de los mejores aliados de los conductores.