Fumar tabaco durante la conducción: riesgos y sanciones

Durante muchos años, el gesto de sacar un cigarro de la cajetilla, encenderlo y fumarlo durante la conducción ha parecido algo inofensivo para los conductores. Sin embargo, recientes estudios demuestran que la actividad es tan perjudicial para quien la hace como para el resto de usuarios de la vía.

Los problemas se encuentran en las distracciones y en la pérdida de atención que supone el tabaco cuando se va al volante. Vamos a ver con detalle todo lo que la DGT tiene que decir al respecto.

¿Te gusta fumar mientras conduces? Hoy hablamos de tabaco y conducción.

Resumen:

Fumar mientras se conduce.

Encenderse un cigarro al volante

Por muy a mano que se encuentren las cosas en el interior del coche, cada acción que no tiene que ver directamente con la conducción y que lleva a cabo el conductor es un factor de riesgo para tener un susto en la carretera.

Los motivos son muchos: e tabaco no se libra en absoluto de ser una más de esas actividades que distraen a los conductores y elevan el riesgo de accidente, algo que está muy bien documentado por las autoridades de tráfico.

En concreto, se calcula que, como mínimo, sacar y encenderse un cigarro es una acción que ocupa unos 4 segundos. Durante ese tiempo, la concentración del conductor no estará, evidentemente, puesta en la carretera. Lo peor de todo es que el coche seguirá circulando sin que haya la atención en la marcha que se requiere.

En concreto, un vehículo que circule a una velocidad de 120 km/h recorrerá en esos 4 segundos un total de 133 metros. Esa distancia se multiplica conforme aumenta la velocidad o cuando el tiempo para encender el cigarrillo supera ese tiempo. De ahí que el tabaco suponga una enorme distracción y que se deba evitar dentro del coche en marcha.

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El riesgo de fumar mientras conduces

El peligro del tabaco al volante no termina cuando el cigarrillo se ha encendido. Al contrario, el simple hecho de ir fumando mientras se conduce implica la necesidad de realizar movimientos para tirar la ceniza o de tener una de las manos ocupadas parcialmente.

Según un estudio reciente, durante el tiempo que se está fumando al volante, las posibilidades de sufrir un accidente son 1,5 veces superiores a las normales. La cifra no se debe tomar a la ligera, ya que se traduce en un importante volumen de accidentes al cabo del año, alguno de ellos mortales.

Si tenemos en cuenta lo dicho hasta el momento, el cigarrillo crea tanto un peligro al encenderse como mientras se fuma, por lo que es normal que las autoridades de tráfico, es decir, la DGT, intenten que este hábito se elimine al menos durante el tiempo que se está a los mandos de un coche.

Fumar al volante.

Sanciones relativas al tabaco en el coche

Actualmente, fumar al volante no está considerado como delito alguno. Es decir, el conductor es libre de poder fumar cuando lo desee, aunque las autoridades intentan concienciar de los riesgos que esta actividad tiene durante la conducción.

Sin embargo, sí que existe una salvedad en la que los agentes de tráfico podrían sancionar el fumar al volante. Se trata de aquellos casos en los que se considera que el cigarro está actuando como una distracción manifiesta que pone en riesgo la seguridad vial.

Esto último queda bajo el criterio de las autoridades que decidan sancionar la acción, y tendrá una repercusión tanto en forma de multa económica como con la pérdida de hasta 3 puntos en el carnet de conducir.