El desgaste de los neumáticos

Los neumáticos que montan todos los vehículos que circulan por las carreteras están hechos en su parte externa por un compuesto en el que el caucho y otros materiales similares son los protagonistas. Éstos se desgastan, principalmente por acción de su fricción con el asfalto pero también por otros motivos, haciendo que el neumático se deshaga y pierda parte de sus propiedades.

Saber identificar el desgaste de los neumáticos es algo esencial para cualquier conductor, ya que de ello depende el poder reconocer cuándo es necesario sustituirlos, con el fin de evitar problemas que ocasionen situaciones de riesgo durante la conducción.

Resumen:

Neumático desgastado.

Las condiciones ideales de un neumático

Cuando se monta un juego nuevo de neumáticos, hay que recordar que se debe hacer siempre por parejas del mismo eje, porque tienen las condiciones ideales para la circulación. Eso sí, en el momento en el que se ponen sobre el asfalto, su degradación comienza a producirse.

El aspecto fundamental a tener en cuenta en cuanto al desgaste de los neumáticos se encuentra en su dibujo. Esa serie de patrones situados sobre la parte que está en contacto con la carretera tiene una determinada profundidad que es la que asegura que el neumático pueda responder de forma eficiente, incluso cuando hay lluvia sobre el asfalto u otros elementos peligrosos.

El dibujo es una de las partes que más atención debe recibir. Incluso los encargados de la ITV medirán este detalle asegurándose de que su profundidad no sea inferior en ningún caso a 1,6 milímetros. En caso contrario, la sustitución de los neumáticos será obligatoria.

Pero hay otros casos en los que es conveniente atender al desgaste. Hablamos de pequeñas fisuras en la superficie del neumático o de golpes que hayan dejado a la vista las cámaras interiores de este componente. En estos casos, aunque la rueda no esté pinchada, es obligatoria su sustitución, para prevenir posibles problemas en la conducción.

En resumen, el neumático alcanza un nivel de desgaste suficiente como para tener que ser sustituido cuando presenta:

  • Dibujos con una profundidad menor a 1,6 mm
  • Fisuras
  • Huevos
  • Cámara interior a la vista
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¿Cómo se desgastan los neumáticos?

La forma más común de desgaste es el uso del vehículo, desgaste que se produce de forma similar en las dos ruedas en un mismo eje. Es decir, los dos neumáticos traseros o los delanteros suelen ir perdiendo su funcionalidad a la par, ya que están expuestos al mismo tipo de trabajo y fricción.Si esto se produce, se estará ante un caso lógico de desgaste por uso normal de los neumáticos y bastará con sustituirlos por unos nuevos llegado el momento.

Ahora bien, hay casos en los que el desgaste se produce en un solo neumático. Esto tiene que servir de advertencia de la existencia de una avería que posiblemente se encuentre en los amortiguadores, la dirección o en el equilibrado de las ruedas, por lo que habrá que pasar por el taller para encontrar el motivo exacto y corregirlo.

Calcular el dibujo de los neumáticos

El peligro de no sustituir un neumático desgastado

Conducir con un neumático con un dibujo que esté por debajo de 1,6 milímetros es muy peligroso. Es más, ni siquiera habría que acercarse a esta cifra antes de sustituir el juego de ruedas del coche para aumentar la seguridad.

Un neumático desgastado ofrece mucha menos tracción con el asfalto. El resultado de ello es que la distancia de frenado aumenta de forma considerable, lo que hace que haya más posibilidades de sufrir un accidente. Asimismo, los neumáticos desgastados son propensos a sufrir derrapes y a patinar sobre el firme, sobre todo si está húmedo; todo ello sin olvidar que la superficie menos gruesa del neumático puede llevar a posibles pinchazos y reventones creando situaciones realmente peligrosas.

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