¿Cuáles son los riesgos del consumo de drogas durante la conducción?
No hay ninguna droga que pueda ser considerada ni de lejos beneficiosa para la conducción. Al contrario, todas crean problemas que tiene que ver con la alteración de varios aspectos del cuerpo y la mente y que, por lo tanto, se traducen en situaciones peligrosas en la carretera y en accidentes en muchas ocasiones.
A continuación, vamos a detallar algunas de las drogas más comunes en las carreteras explicando cuáles son sus principales problemas.
Resumen :
Cannabis
Se trata de uno de los compuestos más consumidos en todo el mundo y que cada vez tiene un mayor número de positividad entre los conductores de nuestro país. Por sí mismo, cualquier sustancia con cannabis puede ser peligrosa para la conducción por los motivos que vamos a ver.
El cannabis, bajo la forma de la marihuana o del hachís, es una sustancia que actúa rápidamente sobre el organismo alterando la percepción del entorno y creando ensoñaciones que incluso pueden derivar en alucinaciones.
Estas distorsiones se unen a problemas secundarios como la pérdida de capacidad psicomotriz, la ralentización de los reflejos y la incapacidad para tener un proceso de toma de decisiones que sea tan rápido y efectivo como la carretera exige.
Es fácil entender cuáles son los peligros derivados de todo ello. Un conductor bajo los efectos del cannabis no tendrá la capacidad para conducir en plenitud de facultades, por lo que pondrá en peligro a todos los usuarios de la vía.
Cocaína
Podemos decir que se encuentra en el lado opuesto del cannabis por sus efectos. Es más, hay muchos mitos acerca de los beneficios que tiene la cocaína en casos de cansancio para poder ponerse al volante, pero ninguno de ellos es cierto.
El consumo de cocaína genera en el organismo una gran hiperestimulación con una capacidad de alerta mucho mayor. Podrían parecer condiciones excelentes para conducir, pero estas se acompañan de una euforia desmedida y de un sentimiento de ser capaz de cualquier cosa que anula la precaución de cualquier conductor.
En un segundo plano aparecen síntomas como las conductas violentas e impulsivas, el nerviosismo e incluso las alucinaciones visuales, todos ellos factores de riesgo a la hora de sufrir un accidente en la carretera.
Opiáceos
Aunque el consumo de opiáceos puede responder a tratamientos de diversas enfermedades, lo cierto es que no hay que olvidar que cada vez son más numerosos los consumidores que se acercan a estas sustancias como una droga más sin tener ningún problema de salud.
Sin embargo, sí que hay opiáceos sin ningún tipo de sentido médico y que son simples drogas. Algunos, como la heroína, pueden considerarse además dentro del grupo de las más adictivas y peligrosas.
Los opiáceos entran en el organismo creando desde el primer momento una gran sensación de euforia acompañada de somnolencia, tensión muy baja y respiración menos intensa. El aletargamiento del organismo es claro y los problemas que puede generar ponerse a los mandos de un vehículo con estas sensaciones también lo son.
A su vez, el paso de los efectos de la droga lleva consigo la aparición de síntomas de abstinencia casi desde la primera toma. Estos son también peligrosos incluyendo temblores, hiperactividad nerviosa y dolores musculares.