Evitar la somnolencia al volante
Hay estados relativos al estado físico del conductor que pueden reducir, en mayor o menos medida, las capacidades para conducir como sucede con la fatiga o las enfermedades. Sin embargo, el único estado que puede eliminar por completo la habilidad para conducir es la somnolencia.
Quedarse dormido al volante, la consecuencia última de la somnolencia, es sinónimo de accidente mortal en la mayoría de los casos. El sueño es, por lo tanto, un factor determinante a la hora de analizar los problemas que se pueden encontrar en las carreteras.
Hoy hablamos sobre la somnolencia al volante.
Resumen:
El sueño durante la conducción
Tener sueño al volante genera en el organismo una serie de respuestas psico-físicas inadecuadas para conducir:
- A nivel mental, a concentración en la carretera es clave, y el sueño es uno de sus mayores enemigos. La fatiga y la somnolencia disminuyen la capacidad mental del conductor.
- No solo es la mente la que se ve afectada por el sueño. A nivel físico los movimientos del cuerpo serán más lentos de lo habitual. Esto se traduce en giros inadecuados del volante o en accionar los pedales de control de forma errática o en un tiempo mayor al debido.
- La percepción también se ve afectada por la falta de sueño. Concretamente la visión es la gran perjudicada. Cuando el sueño aparece, problemas como la falta de visión lateral pueden llevar a los conductores a quedar expuestos a situaciones en las que un accidente puede ser una situación más que probable.
Está demostrado que la somnolencia aumenta considerablemente el tiempo de reacción. Esto se traduce en muchos accidentes y choques, pero a veces no son golpes lo que ocurre, sino salidas de la carretera.
Un conductor somnoliento será pues, peligroso para sí mismo y para el resto de usuarios de la vía, ya que sus decisiones serán mucho más lentas y cometerá más errores injustificados, algo que tiene un riesgo enorme cuando se está a los mandos de un vehículo circulando a altas velocidades.
Causas que influyen en la aparición del sueño
Hay diversas causas que todo conductor debe conocer para poder anticiparse al sueño y no caer en los riesgos que conlleva.
- Evidentemente, el primero de todos es no haber descansado adecuadamente durante la noche antes de ponerse al volante. La privación de sueño, especialmente si es continuada, eleva los problemas que enunciamos en el apartado anterior. De esta forma, los riesgos se multiplicarán enormemente siempre que no se haya tenido un descanso adecuado.
Pero no terminan con esto los factores que influyen en la aparición del sueño:
- Hay horas del día en las que el organismo tiende a experimentar una mayor somnolencia. Por ejemplo, entre las 5:00 y las 6:00 de la madrugada o entre las 14:00 y las 15:00 del mediodía. Durante estos momentos, los conductores deberían tener mayores precauciones y observar su propio comportamiento antes de que aparezca el sueño.
- La conducción nocturna.
- Conducir por una vía demasiado monótona o que se recorre con mucha frecuencia son factores que pueden conducir a la aparición del sueño en poco tiempo.
En cualquiera de los casos que hemos enunciado aquí, se debe detener el vehículo ante el más mínimo síntoma de somnolencia y realizar un descanso adecuado que reponga el estado físico del conductor antes de proseguir con la marcha.