¿Cómo se evita el estrés al volante?

El estrés es una condición con la que todos vivimos. Nuestro estilo de vida y las condiciones en las que este se desarrollan son proclives a generar estados de estrés que suelen asociarse a numerosas patologías. Sin embargo, no siempre se tiene en cuenta su importancia durante la conducción.

Lo cierto es que el estrés es fundamental para entender muchos de los accidentes que se sufren en la carretera. Incluso el conducir puede ser una fuente de estrés, por lo que es importante tener este factor en cuenta.

Hoy hablamos del estrés al volante.

Índice de contenidos:

Estrés al volante.

Desencadenantes del estrés al volante

Como ya apuntamos, el estrés es algo que casi todos experimentamos. Realmente, se trata de una respuesta natural del organismo, aunque hay veces en las que aparece cuando no debería hacerlo.

El estrés suele manifestarse ante situaciones exigentes, como la preparación para afrontar retos. Ahora bien, muchas veces se origina por un exceso de preocupaciones que no tienen una solución inmediata, por lo que estar estresado en esos momentos será algo que no beneficiará en ningún caso.

Como respuesta, el cuerpo se prepara aumentando su tono muscular y secretando una serie de hormonas que aceleran el pulso, la tensión arterial y otros parámetros, creando un cuadro de agitación que, de prolongarse en el tiempo, será negativo tanto a nivel físico como conductual. Y de lo anterior se desencadenan los peligros que tiene el estrés al volante. Estos peligros han demostrado ser todo un riesgo para sufrir accidentes, por lo que el conductor hará bien en tenerlos muy en cuenta cada vez que se vaya a poner a los mandos del coche.

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Factores de riesgo en la conducción

Un conductor estresado será un peligro para todos los usuarios de la vía por la que circule y para sí mismo. Los aspectos físicos que se desencadenan con esta situación, que hemos descrito antes, son capaces de dificultar la conducción de forma extrema.

Debido a esos factores, el conductor llevará a cabo acciones de forma mucho más impulsiva de lo normal y no pensará tanto en las consecuencias de las mismas. Esto lleva sin la menor duda a cometer errores que pueden tener consecuencias fatales.

Asimismo, el conductor estresado será mucho más dado a tener niveles de concentración y atención en la vía que no son los adecuados para conducir. De ello surgirán problemas como los despistes en la carretera y los choques por falta de atención, como sucede en la mayoría de casos en los que hay un golpe trasero.

Accidente de tráfico

El tráfico como causa del estrés al volante

Hasta ahora hemos puesto la situación desde el enfoque de una generación del estrés anterior a la conducción por las condiciones de la vida del piloto o por cualquier situación puntual que se esté viviendo.

Sin embargo, es la misma carretera la que puede generar estrés, incluso en personas que no lo sufran durante el resto de su día. Situaciones como quedar atrapado en un atasco cuando se tiene prisa o la sencilla sensación de estar haciendo una actividad de riesgo como es conducir son suficientes para que los niveles de estrés aumenten en el conductor.

Ante ese aumento quedan pocas soluciones posibles. El problema se encuentra en que la carretera será la misma que genere una situación de riesgo en el conductor, por lo que solo se servirán desarrollar estrategias de afrontamiento que alejen en la medida de lo posible el estrés del interior del vehículo.

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Esperamos que te haya gustado este artículo sobre el estrés al volante. Para seguir aprendiendo sobre conducción segura, regístrate en Onroad.