¿Pasa algo por tener epilepsia y conducir?

Los afectados por epilepsia tendrán que tener mucho cuidado al conducir, puesto que es posible que puedan causar accidentes si sufren una crisis epiléptica al volante.

Además de que habrá trabajos que ya no puedan realizar (agentes de seguridad, por ejemplo) habrá otras actividades que se vean condicionadas por dicha enfermedad, como es el caso de la conducción.

En España, el tema de la epilepsia y la conducción está regulado por la Orden PRE/2356/2010 del 3 de septiembre.

Índice:

Certificado médico.

Epilepsia y capacidad de conducción

Las personas que sufran epilepsia deben llevar mucho cuidado a la hora de coger un coche. Aun así, hay casos en los que si la enfermedad está muy controlada, los médicos dan el visto bueno, y el paciente toma las debidas precauciones, entonces una persona con epilepsia sí que podría conducir.

Esas precauciones pasan por tomarse la medicación que se le recete y no beber alcohol o tomar drogas. Pero... ¿a qué nos referimos con enfermedad controlada? Depende del tipo de epilepsia y el tipo de crisis que sufra el paciente, pero normalmente:

  • Que hayan pasado al menos 3 meses sin sacudidas mioclónicas.
  • No haber sufrido crisis convulsivas en al menos un año.
  • No sufrir pérdidas de consciencia. Un año al menos.
  • No tener secuelas neurológicas de crisis pasadas que puedan afectar a la conducción.
  • Que los medicamentos que le sean administrados no tengan efectos sobre la conducción.

Si hay un informe médico del neurólogo favorable, la DGT debe renovar el permiso de conducir a dicho paciente.

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Epilepsia y consejos para conducir

Hemos reunido 8 consejos para que cualquier paciente que reúna las condiciones para volver a coger el coche, lo haga con seguridad:

  1. El paciente deberá llevar siempre un informe médico y medicación de emergencia en el coche.
  2. No usar el coche en un cambio de medicamento.
  3. No conducir si el paciente se ha olvidado de tomar la medicación.
  4. Evitar conducir los primeros días tras un aumento de la dosis.
  5. Evitar la conducción nocturna.
  6. Estar descansado a la hora de hacer un viaje. Llevar unas pautas de sueño marcadas y dormir lo suficiente.
  7. Tomar siempre los descansos como está recomendado.
  8. Reconocer los desencadenantes de las crisis: lo más normal es el estrés, o las luces rojas intermitentes en el caso de la epilepsia fotosensible.

Conductora con miedo a conducir

Tipos de crisis epilépticas

Dado que este es un tema que afecta al estado del conductor, no queríamos irnos sin dar unas pinceladas sobre las crisis epilépticas a modo informativo.

Cuando hablamos de epilepsia, has de saber que es un concepto muy amplio y que engloba muchos síntomas. Lo más peligroso de esta condición son las crisis. Te las enumeramos a continuación:

  • Crisis tonicoclónicas: son los ataques en los que el afectado sufre contracciones musculares, tanto tónicas como clónicas, y en los que acaba cayendo al suelo con convulsiones. Tras ello suele haber pérdida de consciencia y dolor muscular.
  • Crisis generalizadas atípicas: éstas son unilaterales y pueden no presentar contracciones tónicas o clónicas, incluso pueden aparecer sin convulsiones, pero suelen causar otras cosas como pérdida de consciencia, caídas o pérdidas de orina.
  • Crisis de ausencia: son crisis en las que el cerebro desconecta de 10 a 30 segundos, a veces con pérdida del tono muscular. Suele haber sacudidas bilaterales en la nuca, y extremidades superiores e inferiores, con consiguiente caída al suelo.
  • Crisis motora con marcha jacksoniana: tiene un comienzo localizado y luego se extiende. Se puede iniciar en la cara y bajar hacia las extremidades o al contrario. Hay déficit motor, pero no suelen presentar pérdidas de consciencia.
  • Crisis frontales: se caracterizan por una desviación de la cabeza y los ojos del afectado al lado opuesto del foco epiléptico y tras ello, hay una crisis generalizada.