Escape: dispositivo silenciador de explosiones

En los motores de combustión interna, los gases generados por la quema del combustible deben ser liberados al exterior. Ésta es la misión del sistema de escape de un vehículo, aunque este apartado de la mecánica del automóvil está compuesto por distintas piezas con objetivos muy diferentes.

Una de las partes más desconocidas es la del dispositivo silenciador de explosiones. Como aquí veremos, se trata de una parte fundamental para que los vehículos no sean demasiado molestos en su funcionamiento cotidiano y, además, es de obligado uso en todos los modelos.

Índice:

Tubo de escape

El escape: partes

El dispositivo silenciador de explosiones es, como dijimos, una parte del sistema de escape del vehículo, entre otras muchas que deben ser tenidas en cuenta. 

En un escape convencional habrá que distinguir entre sensores de oxígeno que se encuentran justo en la salida del motor para analizar los gases y también convertidores catalíticos que tienen el objetivo de transformar en sustancias menos contaminantes las partículas emitidas por el motor.

Tras estas partes se puede encontrar el silenciador. Éste tiene el objetivo de evitar que las ondas de sonidos emitidas por los gases en su expulsión sean demasiado ruidosas con un funcionamiento que luego veremos.

Tras el silenciador, el escape cuenta todavía con un resonador, que tiene la misma misión que el silenciador, y con un tubo de cola que es el que hace que los gases no se queden debajo del coche.

Visto todo esto, lo que debe quedar claro es que el sistema de escape es una parte compleja de la mecánica de un vehículo y que, además, no puede eliminarse ninguna de sus partes sin alterar el funcionamiento del conjunto.

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¿Qué hace el silenciador de explosiones?

El silenciador de explosiones es un dispositivo cilíndrico que recibe la onda de choque que se genera con la explosión producida en el motor.

El interior de este dispositivo está dividido en diferentes cámaras y tubos con varios sistemas de absorción del sonido como, por ejemplo, los resonadores de Helmholtz o diversos materiales.

Las ondas de choque de la explosión deben pasar por todas las cámaras del sistema consiguiendo estas que el sonido que salga al exterior sea mucho menor que el que se ha generado en el motor en un primer instante.

En la mayoría de los modelos, el silenciador se acompaña de un resonador. Este genera ondas con frecuencias que anulan a las emitidas por el motor, por lo que el sonido se amortigua aún mucho más que con el solo uso del silenciador.

Tubo de escape de un turismo

¿Qué sucede si se circula sin silenciador?

Es extraño ver a coches circular sin el silenciador, pero no a motocicletas. En éstas, se suele pensar que la eliminación del silenciador aumenta la potencia neta, algo que no es para nada verdad. Lo único que se consigue eliminando el silenciador es que los gases salgan haciendo un mayor ruido, por lo que la contaminación acústica del vehículo será mayor.

Esta es una práctica perseguida por las autoridades. Tanto es así que, en el caso de ser detectado un modelo con esta modificación, los agentes de tráfico procederán a imponer una sanción que puede llegar hasta los 600 euros. Además, los vehículos sin silenciador no pueden superar la ITV.