El motor de un coche actual está compuesto por una inmensa variedad de piezas, pero pocas son tan importantes como el cigüeñal. Es más, es posible decir que este es el corazón del motor, ya que es el encargado de una de las misiones fundamentales para que cualquier coche pueda moverse.

El cigüeñal se presenta como el eje horizontal del motor y sobre su superficie es donde actúan otras piezas como las bielas que se unen a los cilindros del motor, por lo que es importante comprender la acción de esta parte del motor en el conjunto del mismo.

Índice:

Motor del coche

¿Cómo es el cigüeñal?

Si vemos el cigüeñal de un coche desmontado, lo que nos encontraremos será una pieza de metal de aspecto tubular con una disposición horizontal que variará en su dimensión dependiendo de las necesidades del motor.

El cigüeñal va normalmente dividido en secciones que se conocen como muñequillas. Éstos son los espacios en los que, una vez montado el motor en su conjunto, se moverán los pistones del motor para hacer que el mismo cigüeñal también se mueva.

En los extremos del cigüeñal se colocan dos piezas que también son fundamentales. En uno estará el volante de inercia que evita vibraciones y se relaciona directamente con el embrague y la caja de cambios del vehículo; en el otro se sitúa el damper, una polea que tiene la misión de mandar el movimiento a la correa de distribución.

Como es lógico, el cigüeñal tiene que estar hecho de aleaciones metálicas capaces de resistir tanto las altas temperaturas como la acción continuada del giro, por lo que se trata de una pieza bastante compleja.

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¿Cómo funciona?

Como ya hemos apuntado, el cigüeñal va acoplado a los pistones del coche, por lo que se debe describir su funcionamiento pensando siempre en conjunto con estas otras piezas que hemos citado.

Las explosiones que se producen en el interior del motor hacen que un pistón se mueva de forma que gira el cigüeñal 180 grados. En un intervalo que es difícil de captar por separado, otro pistón hará posteriormente lo mismo haciendo que el cigüeñal se vuelva a mover hacia su posición original permitiendo que el primer pistón libere los gases generados en la explosión.

Ésta es la actividad que se produce una y otra vez durante la marcha entre el cigüeñal y los pistones y es lo que hace que el vehículo se mueva. El movimiento de los pistones tiene que ser transformado por el cigüeñal para que el conjunto de la dirección pueda aprovecharlo y mover las ruedas de la forma que un coche necesita, por lo que el buen estado de esta pieza es vital.

El motor

Averías del cigüeñal

Es complicado que el cigüeñal se averíe, pero lo cierto es que, si sucede, el conductor estará ante un problema mecánico de gran importancia.

En muchos casos, el cigüeñal se estropea por otras averías sufriendo daños colaterales.

Es común el caso de la rotura de la correa de distribución, ya que este problema hace que los pistones se desincronicen pudiendo llegar a dañar por completo el cigüeñal por los golpes producidos por estos.

No obstante, siempre que se detecten vibraciones en la marcha o falta de potencia a la hora de acelerar, conviene acercarse a un taller para que revisen el motor por completo y así evitar que una sencilla avería pueda convertirse en un problema mayor.