¿Cómo funciona el pedal de embrague?

Los vehículos con motor de combustión interna y cambio de marchas manual necesitan adaptar la relación de revoluciones a las que el motor está yendo a la velocidad. Esa adaptación se lleva a cabo a través de las diferentes marchas que entran en funcionamiento a través del sistema de embrague del coche.

El embrague se activa en todos los vehículos con un pedal situado junto al del freno y al del acelerador. Así, el control de las marchas se hace tanto con los pies como con los manos, aunque aquí nos vamos a detener solamente en el pedal del embrague.

Resumen:

• Diferentes sistemas de embrague
• ¿Qué sucede cuando se activa el embrague?
• Usar el pedal del embrague

Diferentes sistemas de embrague

Aunque todos los tipos de embragues realizan la misma función, no todos los coches cuentan con la misma tecnología en este sentido.

Los modelos más antiguos incorporan un embrague de cable, el método más empleado hasta no hace tanto. El sistema de embrague de cable ha ido perdiendo peso, ya que requiere de un mantenimiento adecuado y puede generar problemas siempre que el cable se destense o se rompa, dos averías que se encontraban dentro de las más temidas por los conductores debido a su complicada reparación y al alto coste de la misma.

La mayor parte de los modelos actuales han sustituido el embrague de cable por un embrague hidráulico o de discos. A simple vista, el conductor no nota diferencia alguna y tendrá que seguir activando el pedal para desembragar una marcha, aunque las mejoras se dejan ver cuando se advierte el bajo o nulo mantenimiento de este sistema.

¿Qué sucede cuando se activa el embrague?

El embrague se debe activar siempre que sea necesario cambiar de marcha. Esto puede suceder por varios motivos. El primero es que se esté reduciendo la velocidad y haya que pasar a marchas cortas para evitar que el motor se cale. El segundo que la marcha sea demasiado baja para la velocidad que queremos alcanzar manteniendo las revoluciones del motor en los límites recomendados, por lo que haya que pasar a una marcha larga.

Dentro del embrague hay un disco de alta resistencia que es el que transmite la energía generada por el motor a las ruedas. Cuando el pedal del embrague se pisa, este disco se queda momentáneamente en suspenso, por lo que no transmitirá fuerza alguna al vehículo en el lapso de tiempo en el que se embraga una nueva marcha.

Una vez introducida la nueva marcha, se debe soltar el pedal de embrague permitiendo que el disco interno recupere su lugar y siga realizando su labor, mandando la potencia generada por el motor a las ruedas para que el coche pueda moverse.

Usar el pedal del embrague

En muchas ocasiones, los conductores no hacen un uso adecuado del embrague por motivos como el desconocimiento o los malos hábitos en la carretera. Todo ello puede conducir a averías del sistema, por lo que es aconsejable conocer bien cómo se debe usar el pedal de embrague.

A la hora de desembragar, hay que llevar el pedal del embrague hasta el final de su recorrido para que el sistema pueda funcionar correctamente. Asimismo, con el pedal todavía pisado a fondo, se debe cambiar la marcha manualmente. Solo cuando esta esté en su lugar se debe proceder a soltar el pedal del embrague. Ésta es la parte más complicada a la hora de usar este pedal. Soltar el embrague no puede hacerse de forma brusca, ya que hay que hacerlo progresivamente para no interrumpir la marcha y calar el coche. Así, a la vez que se va soltando el embrague se debe pisar el acelerador muy suavemente consiguiendo que la nueva marcha entre en funcionamiento sin sobresaltos.

Recuerda, para cambiar de marcha no hay que soltar el volante en ningún momento, al menos no completamente, puesto que una de las manos debe manejar la palanca de cambios. Para embragar o desembragar hace falta usar el pié izquierdo y, en España, la mano derecha.

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